Según el secretario de defensa, Michael Fallon, los soldados serán enviados a las diminutas ex repúblicas soviéticas en un intento de desalentar la propagación de la “agresión rusa” más allá del territorio de Ucrania, donde también serán enviados 25 soldados como asesores militares de las fuerzas armadas de Ucrania.
Fallon llamó al despliegue de soldados británicos como una “mayor confortación para nuestros aliados… para la OTAN, para los Estados del Báltico y para Polonia”.
La OTAN ya tiene instalaciones ubicadas en el Báltico, como la misión de Policía Aérea, cuyo cuartel general se rota entre los tres países. Los aliados de la OTAN fuera del Báltico han enviado despliegues temporales a las bases desde 2004, también de forma rotacional. El Escuadrón 6 Lossiemouth de la Real Fuerza Aérea (RAF, por sus siglas en inglés) británica regresó en agosto después de un despliegue de cuatro meses en el Báltico.
Fallon dijo que el nuevo despliegue de soldados era parte de una medida para establecer una “presencia más persistente de las fuerzas de la OTAN” para responder a “cualquier otra provocación y agresión rusa” en la región.
Según la BBC, el secretario de defensa planea decir en una reunión de la OTAN en Bruselas más adelante este jueves: “Estamos comprometidos con el apoyo a la soberanía de las naciones democráticas de Europa Oriental. Ya hemos desplegado jets de la RAF en el Báltico y hemos proveído instrucción crucial a las fuerzas armadas ucranianas. Ahora tendremos un redoble de tropas más regular desplegadas en el Báltico y Polonia”.
Aun cuando Ucrania no es miembro de la OTAN, sus aliados han llevado a cabo varios eventos de instrucción junto con las fuerzas armadas de Ucrania, con el fin de asistir a los militares ucranianos en su modernización y programa de reforma.
La OTAN está llevando a cabo actualmente su mayor refuerzo desde el final de la Guerra Fría, el cual se enfoca en gran medida en mejorar las defensas y las respuestas de emergencia en su flanco oriental, desde el Báltico, pasando por Polonia, hasta los Balcanes.
Funcionarios rusos se han referido en repetidas ocasiones a las acciones de los aliados de la OTAN para reforzar sus fronteras orientales como “agresión” y “provocación”.
En febrero, Alexander Lukashevich, un portavoz del Ministerio de Defensa ruso, dijo a reporteros que el refuerzo de la OTAN “daría forma a la subsecuente planeación militar de Rusia”.
“Este plan es en sí mismo muy perturbador, porque se trata de aumentar las capacidades de la OTAN en nuestras fronteras. El así llamado plan para reforzar el flanco oriental de la OTAN no es más que un aumento en la preparación de batalla de la alianza”, añadió Lukashevich.
Los países del Báltico han estado entre aquellos en mayor alerta después de la crisis en Ucrania, pues ha aumentado con rapidez la actividad de la fuerza aérea rusa cerca y en sus cielos, provocando la tasa más alta de intercepciones hechas por la Policía Aérea del Báltico.
En febrero, expertos en defensa del Báltico del Centro Internacional para la Defensa y la Seguridad, en Estonia, advirtieron que un ejercicio repentino ruso podría convertirse rápidamente en un asalto a una o varias capitales bálticas.