Para el año 2020 el internet de las cosas (IoT) habrá alcanzado un punto crítico, pues se estima que para entonces estarán conectadas más de cuatro billones de personas a través de cincuenta billones de objetos que en ese momento formarán parte de la nube. Esto quiere decir que dentro de cinco años la nube almacenará por lo menos cincuenta trillones de gigabytes de información.
México alberga el mayor centro de ingeniería, investigación y desarrollo de plataformas de cómputo de América Latina, el cual está dedicado a impulsar el desarrollo de proyectos de innovación. El Centro de Diseño Guadalajara (CDG) de Intel, el gigante de Santa Clara, California, se encuentra en el municipio de Zapopan, en el estado de Jalisco.
El CDG fue inaugurado en Guadalajara en el año 2010 y lo hizo con tan sólo quinientos empleados. En 2014, empero, fue trasladado al centro de Zapopan y sus instalaciones fueron completamente remodeladas: laboratorios, oficinas, salas de estudio y colaboración, amén de un auditorio, cafetería, un museo para niños y un museo de pymes. En la actualidad, mil trescientas personas trabajan en la planta, aproximadamente el 30 por ciento de los cuatro mil empleados con los que cuenta Intel en Latinoamérica.
Los vertiginosos avances de la tecnología y la implementación de nuevas plataformas ha provocado que, como cualquier otra empresa informática, Intel se decante por empleados jóvenes para trabajar en sus plantas de desarrollo, pues “son ellos quienes están más familiarizados con las tendencias en el ámbito tecnológico”, así lo explica Jesús Palomino, director general del CDG de Intel.
Debido a lo anterior, el promedio de edad de los empleados del centro de Intel es de veintiocho años, muchos de los cuales todavía son estudiantes, en tanto que otros comenzaron trabajando como becarios mientras aún cursaban la universidad, y fueron contratados apenas concluyeron su licenciatura o maestría.
“Contratamos a casi el cincuenta por ciento de los becarios que llegan al centro, y los que no contratamos terminan por trabajar en empresas relacionadas con lo que hacemos aquí”, comenta Palomino. Y agrega que el objetivo de contratar estudiantes es que “se activen los procesos de innovación en las universidades y que esas innovaciones sean exitosas en el mercado”.
“Todo empieza con una buena educación: donamos laboratorios, nuestros ingenieros son maestros en distintas universidades y trabajamos innovando en el ecosistema; de este modo generamos patentes, inventos, y tenemos un enorme flujo de liderazgo técnico”, añade el directivo, quien además asegura que se ha contratado cerca de quinientos becarios en los últimos diez años.
La mayoría de los empleados del CDG son mexicanos, en virtud de que “nuestra estrategia ha sido contratar talento local, principalmente del estado de Jalisco, pero tenemos talento de Costa Rica, Estados Unidos, India y muchos otros lugares del mundo”, abunda.
Cual si se tratase de un hospital, es común ver en el Centro de Diseño a cientos de investigadores y técnicos que visten batas azules y blancas. Todos ellos trabajan en cuartos repletos de computadoras, silicio y todos los materiales que son necesarios para el desarrollo de plataformas de cómputo que llegarán al mercado en uno o dos años.
Uno de los principales atractivos del CDG es el área de laboratorios de investigación de tecnología en plataformas de cómputo, la cual es conocida como IntelLabs.
Tales laboratorios forman parte del único centro de investigación IntelLabs de América Latina, y en la actualidad son treinta personas las que se encargan de inventar y desarrollar nuevas tecnologías y sistemas. “Algunas de sus ideas ya forman parte de algunos productos de Intel que han salido al mercado”, asegura Palomino.
Newsweek en Español tuvo la oportunidad de visitar este laboratorio en el que una horda de ingenieros y geeks trabaja en distintas propuestas para el internet de las cosas. Un ejemplo de ello lo constituye un sistema capaz de separar distintas voces en una grabación, aun cuando estas se escuchan al mismo tiempo. Otro más es una antena que ocupa un espacio mínimo dentro de un teléfono móvil o una tableta. O bien el desarrollo de las distintas formas en que puede manejarse un robot: ademanes, comandos de voz, movimientos faciales o bien a través de una pulsera que detecta el movimiento.
Palomino asegura que una de las muchas ventajas del CDG es la cercanía que observa con Estados Unidos: “La colaboración con nuestra planta matriz es muy efectiva, podemos enviarles plataformas continuamente, amén de que ir y venir es muy sencillo porque Guadalajara está muy bien comunicada con ese país; además, al ser México una economía emergente, el costo de ingeniería es barato y compite con China e India”.
EL CDG de Intel ha posicionado Guadalajara y su zona metropolitana al frente de la innovación tecnológica en América Latina, y si las especulaciones de los ingenieros y desarrolladores de Intel son acertadas, en cinco años el mundo estará totalmente conectado, todos los ciudadanos del mundo serán localizables y muchos objetos y cosas responderán a la mayoría de nuestras necesidades sin requerir realizar grandes esfuerzos físicos.
Mucho de eso, cuando ocurra, se habrá originado en el CDG de Zapopan, Jalisco.