“Hace un mes me sentía con buena salud, diría que hasta vigorosa salud. A los 81 aún nado una milla diariamente. Pero se ha acabado mi suerte – hace unas semanas descubrí que tenía múltiples metástasis en el hígado”, escribió con elocuencia Oliver Sacks en febrero de 2015, luego de que le detectaran cáncer hepático, nueve años después de sobrevivir a un melanoma ocular.
Oliver Wolf Sacks nació el 9 de julio de 1933 en Londres, Inglaterra. Era el más joven de cuatro hermanos de una pareja de médicos, Samuel Sacks y Muriel Elsie Landau. Durante su infancia pasó tiempo en un internado con sus hermanos, luego de que en Europa estallara la Segunda Guerra Mundial.
Después de un apasionamiento juvenil por la química, Sacks ingresó al Queen’s College de la Universidad de Oxford, de donde obtuvo su título en medicina. Tiempo después cruzó el Atlántico y comenzó a trabajar en consultoría neurológica en el Beth Abraham Hospital en el Bronx de Nueva York.
En dicho hospital realizó una de sus más famosas investigaciones sobre casos clínicos en pacientes que sufrían de una forma atípica de encefalitis. Cuando el neurólogo comenzó su carrera ahí, muchos pacientes habían pasado por estados catatónicos, encerrados dentro de sí mismos como resultado de su coloquialmente llamada “enfermedad de sueño”, una encefalitis letárgica. Sacks les administró el medicamento L-Dopa, con el que obtuvo resultados favorables de significativa importancia; el doctor analizó los efectos y el desenlace de varios pacientes en su célebre libro Awakenings (1973), luego adaptado a la pantalla grande en 1990, protagonizada por Robert De Niro y Robin Williams.
Su estilo narrativo adquirió adeptos en poco tiempo ya que Sacks solía concentrarse mucho en el lado humano de sus pacientes, en su historia de vida, su lenguaje, etcétera. A pesar de que algunos científicos criticaron su estilo, fue éste el que le hizo ganar notoriedad fuera de la comunidad científica. The Independent of London nombró a Oliver Sacks como “el genio preponderante de la literatura neurológica”, asimismo, críticos y admiradores lo elogiaron por su elocuente prosa y sobre todo por la empatía que encontraba con sus pacientes. Convivió y estudió a personas con distintos padecimientos como autismo, epilepsia, esquizofrenia, Alzheimer, y síndrome del miembro fantasma.
Los estudios de Sacks fueron publicados a manera de novelas científicas en bestsellers como The Man Who Mistook His Wife for a Hat (1985), An Anthropologist on Mars (1995) y The Mind’s Eye (2010). Otros títulos sobre padecimientos específicos fueron Migraine (1970), The Island of the Colorblind (1997) y Seeing Voices (1989).
En 2002 el Doctor Sacks viajó a México junto con la Sociedad Americana de Helechos y escribió un diario de viaje titulado Oaxaca Journal.
Los anteriores son solo un puñado de sus muchos títulos publicados, de los cuales medio millón de copias se encuentran en impresión tan solo en Estados Unidos. El neurólogo recibía hasta 10 000 cartas de sus admiradores cada año y al respecto, alguna vez mencionó: “invariablemente respondo a personas menores de diez años, mayores a 90, o que están en prisión”.
Pasó sus últimos años viviendo en Greenwich Village en la ciudad de Nueva York, ejerciendo como profesor de neurología en la Universidad de Columbia y NYU. A lo largo de su vida acumuló numerosos reconocimientos, tanto científicos como literarios, de la Fundación Guggenheim, la Fundación Nacional de Ciencia, la Academia de Artes y Letras del Royal College of Physicians, por mencionar algunos. En 2008 fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico.
Sin Sacks, muchos de los padecimientos neurológicos actuales serían aún incomprendidos; su humanidad le permitió ir más allá de los estudios clínicos y le brindó al mundo un nuevo terreno sobre el cual comprender la condición humana.