No
hubo tratado de paz al final de la guerra entre las Coreas. Más bien, el 27 de
julio de 1953 un armisticio firmado por EE UU, China y las Coreas del Norte y
del Sur le puso fin a la Guerra de Corea. Pero para Corea del Norte, el
conflicto, conocida como la Guerra de Liberación de la Patria, fue un triunfo
total sobre EE UU. Más de seis décadas después, la nación aislada celebró el
62º aniversario del armisticio con una retórica que indica que los líderes del
país no han olvidado y que están preparados para continuarlo con fuerza si los
provocan.
“Ya
se ha terminado para siempre la época en que estados Unidos nos chantajeaba con
armas nucleares; ahora Estados Unidos ya no es causa de amenaza y miedo para
nosotros y somos la mismísima causa de miedo para ellos”, dijo Kim Jong Un en
un discurso en Pyongyang el sábado, reportó The Associated Press. El líder
norcoreano también enfatizó la necesidad de pasar “el mismo espíritu combativo
y devoción” de aquellos lo bastante viejos para haber experimentado la guerra a
la generación más joven, según el servicio de noticias.
Pak
Yong Sik, general del ejército norcoreano, usó un lenguaje más ominoso cuando
habló a funcionarios de alto rango, veteranos y diplomáticos el domingo. “Han
pasado más de 60 años desde el cese al fuego en [la] tierra, pero la paz
todavía no se ha establecido”, dijo Pak, quien supuestamente se convirtió en el
equivalente norcoreano del ministro de defensa después de que Hyon Yong Chol
fue ejecutado por traición en abril.
Corea
del Norte combatirá hasta “que no quede nadie para firmar un documento de
rendición”, dijo Pak, si EE UU, que el país ve como hostil, fuese a “provocar
otra guerra”. Pak añadió que “la pasada Guerra de Corea ocasionó el comienzo de
la carrera cuesta debajo de EE UU, pero la segunda guerra de Corea traerá la
ruina final del imperialismo de EE UU”.
El
aniversario se dio inmediatamente después de que EE UU alcanzó un acuerdo
nuclear con Irán, poco después del cual Corea del norte dijo que no estaba
interesada en una negociación similar con Washington. “No es lógico comparar
nuestra situación con el tratado nuclear iraní porque siempre estamos sujetos a
las provocadoras hostilidades militares de EE UU, incluidos los enormes
ejercicios militares conjuntos y una grave amenaza nuclear”, supuestamente dijo
el ministro del exterior en una declaración la semana pasada. “No tenemos
interés alguno en dialogar para congelar o ceder unilateralmente nuestras armas
nucleares”.
Aun
así, Sydney Seiler, el enviado especial de EE UU para las “conversaciones entre
seis partes”, se reunió con funcionarios de Seúl el lunes para discutir el
regreso a las negociaciones detenidas relativas al programa nuclear de Corea
del Norte, y él tiene programado viajar a China y Japón esta semana para
reuniones adicionales. (Las conversaciones entre seis partes, iniciadas en
2003, son negociaciones entre China, Estados Unidos, las Coreas del Norte y del
Sur, Japón y Rusia con la meta de ponerle fin al programa nuclear de Corea del
Norte.) “El progreso reciente en nuestras acciones de desnuclearización con
Irán nos da un ejemplo excelente de la flexibilidad de EE UU y su disposición a
comprometerse con países con quienes hemos tenido diferencias de toda la vida”,
dijo Seiler.