La mañana del pasado sábado, la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó el nombramiento de monseñor Salvador Rangel Mendoza, hasta ayer obispo de Huejutla, como nuevo obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, tras la renuncia de Alejo Zavala Castro, en conformidad al canon 401 del Código de Derecho Canónico.
En entrevista, el todavía Obispo de Huejutla se dijo contento por esta nueva encomienda, pero también consciente de que la Iglesia particular a la que llega será de mucho trabajo, sacrificio y retos. Tras seis años de servicio en Hidalgo, Salvador Rangel Mendoza expuso que deja una diócesis “caminando”, porque su labor fue siempre buena y cercana a la gente ya que conoció y recorrió todo su territorio, siempre llevando la palabra de Dios.
“He tratado de impulsar el Plan Diocesano de Pastoral, he buscado organizar la promoción vocacional, he pedido organizar la economía, incluso pastoralmente se crearon las foranías que no existían. Voy a dejar una zona en paz”, declaró el prelado.
Al tiempo que calificó como honorable el haber servido a la sierra y la Huasteca hidalguense, adelantó que aún no se maneja un nombre de quién podría sucederlo en el cargo, pero confirmó que su consagración episcopal en Chilpancingo se llevará a cabo el 18 de agosto.
Expuso que “en el nombre de Dios” tomará este gran reto al que ha sido llamado por el papa Francisco, y refirió que a esta tierra que en la actualidad atraviesa por dificultades llevará el lema basado en el pasaje de San Juan (14,27): «Mi paz les dejo, mi paz les doy», como instrumento de paz, diálogo y reconciliación con la gente de esa grey.
Según dio a conocer, sus hermanos obispos de la Provincia Eclesiástica de Hidalgo se han comunicado con él para felicitarlo, al tiempo que dejó un mensaje para toda la comunidad de Huejutla y el pueblo sacerdotal.
“Sigan apoyando a su nuevo obispo, cooperen con los sacerdotes y siéntanse orgullosos de tener una fe cristiana católica. El papa Francisco nos está dando un hermoso ejemplo, tenemos que oler a oveja, mantener una alegría misionera e ir a las periferias. Nunca pierdan la fe y la alegría, síganse apoyando unos a otros”.
Asimismo, exhortó la provincia de Hidalgo para que siga trabajando como lo ha hecho hasta ahora, ya que ha dado buen testimonio de unidad y de acercamiento a nivel nacional.
Salvador Rangel Mendoza tiene 69 años de edad, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1974 y en su trayectoria destaca como encargado de la Promoción Vocacional, colaborador en la Custodia de Tierra Santa en Palestina, director espiritual y luego rector del Seminario Menor Franciscano en Celaya, Guanajuato.
Fue nombrado Obispo de Huejutla el 12 de marzo de 2009, por Su Santidad Benedicto XVI, y actualmente es el responsable de la Dimensión de la Vida Consagrada de
la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM). La noticia fue publicada en L’Osservatore Romano ayer a medio día, tiempo de Roma.