El excónsul de México en la ciudad estadunidense de Los Ángeles, José Ángel Pescador Osuna, pronosticó que habrá sólo “ajustes parciales” en la política migratoria de Estados Unidos al considerar como lejana una reforma integral en la materia.

“Soy muy optimista en que vienen cambios en asuntos claves y relevantes en materia migratoria y que se aplicarán en beneficio de millones y también porque es benéfico” para Estados Unidos, resaltó.

El exdiplomático manifestó que no se dará un cambio profundo en Estados Unidos, “porque en la actualidad en ningún país en el mundo existe (una reforma integral)”.

Comparó que incluso Canadá, que en el pasado era considerado un santuario para inmigrantes, ha tomado en fechas recientes medidas que parecerían ir en retroceso.

En México, ejemplificó, quienes quieren obtener la residencia deben cumplir numerosos requisitos y después de tres años es cuando pueden obtener la ciudadanía.

Pescador Osuna estuvo durante dos periodos al frente del consulado de Los Ángeles, la ciudad con el mayor número de mexicanos fuera de su país. El primero fue de enero de 1990 a junio de 1992 y el segundo de diciembre de 1995 a julio de 1999.

Actualmente es miembro del consejo consultivo de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

Expresó que las medidas migratorias se darán en etapas y el presidente estadunidense Barack Obama, al entender que no podía haber un cambio integral, impulsó acciones ejecutivas que de alguna forma finalmente serán aprobadas.

Señaló que en el congreso de Estados Unidos en el tema de migración no se quiere llegar de ninguna forma a una resolución judicial del nivel de una amnistía, “y ahí se van a resistir hasta el último momento”.

Se consideró optimista de que tarde o temprano se aprobarán medidas a favor de los indocumentados. “Van a prosperar porque es conveniente para que los demócratas se sigan manteniendo como un partido liberal”, mencionó.

“Pero también será importante para los republicanos a fin de empezar a generar ideas que pueden cambiar en la medida en que se den soluciones que no sean necesariamente la de legalizar todo y en un sólo instante”, anotó.

“La segunda razón es de peso económico. Es curioso que en este momento que la economía norteamericana empieza a recuperarse hay áreas dentro del sector productivo que descansan en las manos del trabajador migrante”, abundó.

“Y tercero, hay una razón muy importante de peso. Cuando se firmó el TLC (Tratado de Libre Comercio para América del Norte) había una reacción encontrada, que incluso era más en los demócratas que en los republicanos, pues temían sobre el futuro de la relacional binacional”, dijo.

Añadió que para las próximas elecciones presidenciales de 2016 ya hay quienes ven un regreso de los republicanos al poder, porque se pronostica una elección muy cerrada.

“Esas razones me hacen ver con optimismo que va a resolverse el problema migratorio y que beneficiará a millones, aunque quizá no a todos los 11 millones de inmigrantes indocumentados que se cree hay en el país”, agregó.

A la luz de la experiencia de 2006, cuando se movilizaron millones de personas en las calles, recomendó a las agrupaciones civiles plantearse nuevas estrategias y formas de organización.

En los últimos años ha sido evidente que muchas organizaciones están haciendo sus acciones de manera aislada, observó.

Apuntó que en este proceso serán vitales los nuevos ciudadanos y el surgimiento de los llamados “dreamers” o “soñadores” de donde muchos jóvenes podrán tomar nuevas acciones de liderazgo que fortalecerán la presencia de inmigrantes en este país.

Recomendó que la experiencia de la feria del libro en español LEA debe ser retomada como un ejemplo para destacar el orgullo de lo hispano.

“Se debe replicar de igual forma en el cine, en el teatro, en la literatura, entre las organizaciones comunitarias y hasta con reuniones cada mes porque sólo de esta forma se fortalecerán”, sugirió.