Funcionarios de
Malasia declararon el lunes que 1 081 refugiados bengalíes y rohingya
desembarcaron en la isla Langkawi de ese país. El domingo, 600 migrantes
“tristes, cansados y angustiados” encallaron en las costas de la provincia
indonesia de Aceh. El lunes, otros 400 fueron encontrados a bordo de un barco,
según informes de la BBC.
Se piensa que cientos
de esas personas pertenecen a la etnia rohingya, una minoría étnica musulmana
de Myanmar que durante décadas ha enfrentado la discriminación y la persecución
en ese país de mayoría budista. El gobierno de Myanmar considera que los
aproximadamente 1.22 millones de rohingya son pobladores ilegales, y NU los
clasifica como uno de los grupos de refugiados más perseguidos en todo el
mundo.
En su visita al país a principios de este año. Yanghee
Lee, relator especial de NU en materia de derechos humanos, afirmó que no se
había realizado “ninguna mejora” en la forma en que se trataba a los rohingya.
“Las condiciones en
los campamentos musulmanes [para personas desplazadas internamente] son pésimas,
y he recibido testimonios desgarradores de personas rohingya que me dice que
tienen sólo dos opciones: morir o huir en barco”, dijo en una declaración.
Malasia e Indonesia
son países de mayoría musulmana.
Entre enero y marzo de
este año. Alrededor de 25 000 rohingya y bengalíes abordaron barcos manejados por
contrabandistas, el doble que en el mismo periodo de 2014, de acuerdo con el
organismo para los refugiados de NU. Tailandia es el destino usual de los
barcos de migrantes, pero las medidas recientes contra el tráfico de personas
significan que los contrabandistas deben dirigir la mirada hacia otras
regiones, según informes de Reuters.
Entre 1826 y 1848, los
rohingya fueron llevados por los británicos desde India para trabajar en
Myanmar durante su gobierno colonial. Desde entonces, su origen ha estado en
disputa, y algunas personas creen que provienen de Bangladesh mientras que
otras afirman que provienen del estado de Rakhine, en el sureste de Mtanmar.
Thein Sein, presidente
de Myanmar, niega que existan abusos de derechos humanos contra los rohingya, y
ha dicho que tales informes no son más que “puras invenciones”. También niega
que los rohingya sean un pueblo y se refiere a ellos como “bengalíes”. El hecho
de llamar “bengalíes” a los rohingya “es una forma discriminatoria y xenófoba
de insinuar que son inmigrantes ilegales de Bangladesh”, señala la Campaña
Estadounidense por Birmania, una organización sin fines de lucro con sede en
Washington. Sein ha acudido a NU para
facilitar la deportación de los Rohingya a otros países, pero el organismo negó
la propuesta.
El año pasado, Myanmar
reveló un controvertido plan para ofrecer la ciudadanía a los rohingya si
cambiaban su denominación étnica por la de bengalíes. Para los rohingya,
llamarse a ellos mismos “bengalíes” implica que están ilegalmente en el país,
lo cual rechaza la mayoría de ellos.
En 1982, el gobierno
de Myanmar, entonces conocido como Birmania,
despojó a los rohingya de su nacionalidad. La Ley de Ciudadanía de
Birmania también restringió su acceso a la educación, a los servicios y al
libre tránsito, y permitió que sus propiedades fueran expropiadas
arbitrariamente. Más de 140 000 rohingya viven en campamentos para personas
desplazadas internamente alrededor de Sittwe, la capital del estado de Rakhine,
al sureste de Myanmar, donde dependen completamente de la ayuda internacional,
señaló Human Rights Watch en 2014. Más de 200 000 refugiados rohingya viven en
Bangladesh, de acuerdo con Refugees International. Realmente carecen de un
país.
Los defensores temen
que la violencia y la discriminación contra los rohingya estén recrudeciéndose,
impulsadas por un aumento en los peligrosos viajes en barco. El año pasado, más
de 40 rohingya fueron masacrados en el pueblo de Du Chee Yar Tan por habitantes
locales, confirmó NU. Entre los hallazgos se encontraron 10 cabezas cercenadas
en un tanque de agua, incluyendo las de varios niños.
A principios de este
mes, se descubrieron docenas de cuerpos en campos de traficantes en Tailandia.
Se piensa que muchas de las víctimas eran rohingya.