Abril de 2015 fue el mes más mortífero en la historia para los migrantes que cruzan el Mediterráneo: se sabe que 1300 personas han muerto ahogadas tratando de hacer el viaje, en comparación con 96 en abril de 2014.
El éxodo provocado por la guerra civil en Siria, país del que proviene el mayor número de migrantes, es uno de los
factores que impulsan el flujo de embarcaciones. En 2014,
219 000 inmigrantes procedentes de África y Oriente Medio abordaron barcos a Europa. Al menos 3500 de ellos murieron.
Mientras que los inmigrantes por motivos económicos provenientes de países como Senegal y Costa de Marfil también viajan en barcos desvencijados y atestados, la mayoría son refugiados. Eritrea, Afganistán, Somalia y Nigeria son algunos de los países de origen. En los primeros cuatro meses de 2015, 1750 de ellos murieron ahogados, una cifra mayor al de las víctimas del hundimiento delTitanic (oficialmente, 1513). Aún más alarmante es el hecho de que tantos de ellos hayan muerto antes del comienzo del verano, una época en la que tradicionalmente hay más migrantes. “El repunte en abril sin duda se debe a que el mar está más tranquilo y el clima es más cálido, pero lo que fue inusual este año es que no tuvimos unos meses de enero y febrero con poca actividad, lo cual ocurre normalmente”, dice Kathleen Newland, cofundadora del Instituto de Política Migratoria, con sede en Washington.
De mayo a octubre, Médicos Sin Fronteras y la Estación de Ayuda al Migrante Marino tienen previsto enviar un barco de rescate de 40 metros en el Mediterráneo para atender a los migrantes enfermos.
Los líderes europeos se apresuraron a tomar medidas después del naufragio de un barco frente a Libia en el que murieron más de ochocientas personas. Prometieron impulsar medidas más severas contra las redes de tráfico de personas y triplicar la financiación para la presencia marina de la Unión Europea, las operaciones Tritón y Poseidón. Pero esas operaciones se centran en el control fronterizo y no en la búsqueda y el rescate. Mare Nostrum, una operación de búsqueda y rescate a cargo de Italia, que ayudó a más de 168 000 personas entre octubre de 2013 y octubre de 2014 fue cancelada, en parte debido a las acusaciones de que alentaba la migración.
“El mito de que Mare Nostrum actuaba como un ‘factor de atracción’ es… desmentido por las cifras que muestran que el número de refugiados y migrantes que intentan entrar en Europa por mar ha aumentado desde el fin de la operación”, señaló Amnistía Internacional.