Luego de que unos 300 indocumentados reanudaron este miércoles su particular Via Crucis Migrante desde Oaxaca hacia el Distrito Federal para reclamar sus derechos, después de haberla suspendido ante amenazas de las autoridades de detenerlos, el padre Alejandro Solalinde afirmó que el objetivo de la caravana es detener el Plan Frontera Sur.
“Tenemos una misión: queremos que quiten el Plan Frontera Sur, que está haciendo tantos estragos porque han aumentado las detenciones, las repatriaciones de migrantes y también las víctimas de violencia”, denunció Solalinde, un reconocido defensor de los migrantes, que también solicitó reunirse con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en la capital.
El gobierno federal lanzó en julio pasado el Plan Frontera Sur para minar el tránsito de migrantes por el territorio nacional, una estrategia que incluye operativos para detener a extranjeros indocumentados en el tren de carga al que se suben para viajar, conocido como “La Bestia”, así como en autobuses u hoteles y posadas donde se alojan.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (Ombudsman) pidió el martes a las autoridades “medidas cautelares para proteger y preservar los derechos humanos” de los participantes de la caravana.
Por su parte, el INM recordó en un comunicado que respeta “la libertad de tránsito” de los extranjeros en México “siempre y cuando tengan el permiso de estancia legal”.
Se calcula que unos 200,000 extranjeros indocumentados, la mayoría centroamericanos, ingresan cada a año a México huyendo de la violencia en sus países y tratando de buscar una mejor vida en Estados Unidos, en un camino plagado de amenazas de organizaciones criminales que los secuestran, extorsionan y asesinan.