El ministro del Interior francés, Bernard Cazeneuve, dijo el pasado lunes en una conferencia de prensa que confiscaron los pasaportes de seis nacionales franceses sospechosos de planear un escape a Siria. Este es el primer caso desde que la ley que permite retirar pasaportes fue introducida como parte de la Ley antiterrorismo en noviembre.
Los pasaportes de seis hombres adultos, así como sus credenciales de identificación, fueron confiscados por un periodo de seis meses. De acuerdo a los servicios de inteligencia de Francia esos seis hombres estaban a poco tiempo de partir a Siria.
“Acutualmente hay 40 personas siendo investigadas”, añadió Cazeneuve.
Como medida antiterrorismo, Francia implementó una prohibición de vuelos a Siria para prevenir que terroristas salgan del país. Esta ley se aprobó en noviembre del año pasado y esta es la primera vez que se implementa.
Los servicios antiterrorismo franceses se encuentran consternados por situaciones en que ciudadanos dejen el país para unirse a los grupos jihadistas de Iraq y Siria.
Aproximadamente 1,400 ciudadanos franceses han sido identificados como“personas conectadas a redes terroristas”, anunció el Primer Ministro francés Manuel Valls.
Por su parte Dinamarca tiene otra manera de tratar con el problema. Alan Aarslev, un policía de Aarhus (la segunda ciudad más grande de Dinamarca), creó un programa con la intención de reincluir a jóvenes que regresan de Siria o Irán.
Allan dice que en 2013, 31 musulmanes de Aarhus partieron a Siria con intenciones de unirse al Estado Islámico: cinco de ellos están muertos, 10 continúan en la lucha y 16 regresaron a Aarhus -algunos a descansar antes de regresar a la guerra y otros para quedarse en Dinamarca y convertirse en una amenaza para la sociedad-.
El programa incita a los jóvenes a no regresar a la lucha y, según Aarslev, solo una persona ha regresado a Siria desde que se implementó el programa.
Sin embargo estas noticias no son suficientes para eliminar las preguntas que hoy están en la mente de todos los ciudadanos, tanto en Dinamarca como en Francia: ¿Cómo puede una sociedad que apoya la libertad de expresión evitar la violencia político-religiosa?
(Con información de Der Spiegel y AFP).