Un disco
Dengue Fever
“The Deepest
Lake”
Tuk Tuk Records, 2015
La multiculturalidad es un elemento que hace
de Los Ángeles un sitio fascinante; a un mismo tiempo hay múltiples escenas
sucediendo simultáneamente. Dentro del segmento de los pueblos asiáticos, los
camboyanos vivieron un importante proceso de migración debido a la guerra
civil. La llegada de los comunistas al poder implicó la persecución del rock
jemer, como se le llama a la variante local. Una mixtura de psicodelia, toque
orientales y rock and roll que resulta muy atrayente.
Desde la ciudad querubín ha venido empujando
a la banda Dengue Fever, que une a la vocalista camboyana Chhom Nimol con Zac
Holtzman, Senon Williams, Ravid Ralicke y Paul Smith. Juntos ya van en su
séptimo álbum y también han montado su propio sello. Funcionar como una
microempresa les permite maximizar las ganancias y seguir adelante con lo que
es una propuesta que debería ser apreciada por un público más amplio y no solo
por los interesados en las expresiones de procedencia asiática. Su escucha es
algo fascinante.
Desde “Tokay”, que abre el disco, titulado “The
Deepest Lake”, sentimos que entramos en una película de aventuras y canciones
tan bien condimentadas como su gastronomía y que son aderezadas incluso con un
poco de surf californiano. Por ejemplo, “Rom say sok” es vertiginosa y pegadiza
(posee un teclado lisérgico).
Una decena de canciones —como “Still water
run Deep” y “Taxi dancer” que se disfrutan a rabiar; hay frenesí y ese tono
exótico subyugante. He aquí una vertiente del rock que vale la pena descubrir.
Este disco es toda una aventura —atrévase a vivirla.
UN LIBRO
Por Juan Nicolás Becerra
“Crónicas a contragolpe”
De Luis Miguel Estrada
La Dulce Ciencia Ediciones
El título del libro no lo excluye de la
capacidad narrativa de su contenido y de la prosa alentadora sobre el pugilismo
más allá del mito o del engrandecimiento de sus protagonistas. Este volumen
resultará notable para los que se regocijan con el boxeo cada semana. Es un
ejemplar que no vulnera la historia ni el contexto de sus personajes, no es
cursi, ni adulador; en todo caso es un texto que va narrando lo que implica el
combate boxístico, el desafío y la rivalidad que se presenta ante una pelea,
desde la expectación de la conferencia de prensa como preludio a lo que
acontecerá después. Hay quienes pierden la contienda antes de subirse al ring.
“Yo habría seguido peleando aunque tuviera
el corazón roto”, confiesa uno los contemplados en estas crónicas, Orlando Siri
Salcido —el hombre más desconsolado del boxeo—, al que nada parecía animarlo.
Un peleador que no consiguió ser leyenda, pero que los aficionados siempre han
seguido con atención. También desfilan por este cuadrilátero de la crónica:
Julio Cesar Chávez Jr., Many Paquiado, “Dinamita” Márquez, el “Terrible”
Morales y el “Travieso” Arce, que ha hecho del espejismo del retorno una forma
de vida.
Estos textos periodísticos pueden leerse a
modo de relatos, dado que la calidad de la prosa permite sobresalir a la
técnica; le proponen al lector adentrarse a través de un justo medio entre
ficción y realidad, narrada por un devoto del deporte que asiste en solitario a
ver las peleas a un bar.
Página a página están contadas las historias
de las derrotas, los triunfos, de los pómulos destrozados, de los cabezazos, de
las decisiones unánimes y trágicas, de los que levantan en hombros, de la vanidad
invaluable del boxeador y de los contratos millonarios, del KO definitivo. Una
obra apasionada y apasionante. No cuelguen los guantes de la lectura; nos vemos
en el siguiente asalto.