Entre llanto y consternación fue sepultado Carlos Daniel L. S., de 11 años de edad, quien la mañana del viernes fue encontrado sin vida en un terreno baldío ubicado detrás de una zona de comercios cercanos a la refinería Miguel Hidalgo, en Atitalaquia.
La misa se realizó a las 10:00 horas en la capilla de la Virgen de Guadalupe, en la comunidad Progreso de Atotonilco, donde el sacerdote Flavio Ramírez llamó a los asistentes a procurar la seguridad de los infantes y a luchar por el respeto a la vida.
“Todos los que directamente e indirectamente somos responsables del cuidado de los niños tenemos que redoblar esfuerzos para cuidar a nuestros menores. Debemos cuidar su educación, su forma de actuar, estar más al pendiente de ellos y de los peligros que existen”, mencionó el presbítero ante los fieles.
Al terminar el culto, familiares y amigos acompañaron el féretro blanco hacia el panteón de la misma comunidad, donde se le dio sepultura.
Durante el camino, personas cercanas a la víctima, en medio de llanto, expresaron coraje por el deceso. “Queremos que se detenga a los culpables de este horrible hecho, la muerte de este niño no puede quedar impune”, pidieron a las autoridades.
Los compañeros de clase de Daniel estuvieron presentes, algunos con globos blancos que lanzaron al aire como signo de oración y petición de contar con espacios más seguros y con mayor paz, explicó una niña.
La víctima desapareció el 25 de julio. Tras 24 horas de búsqueda, fue localizada sin vida en un terreno baldío. Según fuentes policiacas, tenía diversas heridas en el cuerpo.
Las mismas fuentes dijeron a Criterio que hay dos personas detenidas; esto no fue confirmado por la procuraduría.
Marcha
Organizaciones de la sociedad civil convocaron a una marcha a las 17:00 horas en Tula, para exigir que se esclarezca la muerte de Daniel y pedir a las autoridades de la región mayor seguridad para los habitantes.
Jesús González I Atotonilco de Tula
