Activistas iraníes se manifestaron durante el primer partido de su país, para exigir ponerle fin a la prohibición que tienen las mujeres de entrar a los estadios de futbol.
Durante el partido, las asistentes sostenían pancartas de apoyo que pedían a las mujeres entrar a los estadios y permitir disfrutar el deporte de igual manera que los hombres.
Este movimiento, se promueve en redes sociales a través del hashtag de twitter #NoBan4Women, donde defienden el hecho de que ver deportes no es un crimen.
La cuenta de Twitter Open Stadiums, es parte de un movimiento de mujeres iraníes que buscar terminar con la discriminación y dejar que las mujeres tengan acceso a acudir a los estadios locales.
En ella, describen que el 5 de octubre de 1981, fue la última vez que el género femenino entró a un estadio en Irán, luego de que se aplicara el veto que no les permitiría disfrutar de los deportes en vivo.
October 5th 1981
Iranian women watched Derby for the last time,
After that they banned from entering to stadium until now. https://t.co/0vaErFf9Dd— OpenStadiums (@openStadiums) February 12, 2017
“En el primer partido de Irán vimos mucho apoyo de los fanáticos hacia las mujeres iraníes que quieren romper la prohibición de los estadios”, expresó la cuenta a través de Twitter.
Iran's first match almost done we saw lots of support from fans toward Iranian women who wants to break the stadiums ban.#زنان_ورزشگاه #NoBan4Women pic.twitter.com/qtkxTER7Dq
— OpenStadiums (@openStadiums) June 15, 2018
El 14 de junio, Reuters informó que un fanático del fútbol iraní exigió que el presidente de la FIFA presione a su país de origen para que anule la prohibición de que las mujeres asistan a los partidos del estadio cuando comience la Copa del Mundo en Rusia el jueves.
Maryam Qashqaei, espera que la competencia deportiva de un solo evento más grande del mundo impulse el apoyo a una petición en línea que planea presentar al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
La República Islámica ha excluido durante mucho tiempo a las mujeres de asistir a partidos masculinos de fútbol y otros partidos deportivos, con la excusa de que se protege a las mujeres de las “malas palabras” que los hombres dicen en los estadios.