Una flor, el nombre de un familiar o un reloj con la fecha de nacimiento de una hija; las autoridades estadounidenses vincularon a 238 venezolanos con el temido Tren de Aragua (TdA) principalmente por sus tatuajes y los enviaron a una cárcel de máxima seguridad en El Salvador.
“Sin embargo, esta banda transnacional no exige que sus miembros se tatúen, a diferencia de lo que ocurre con otras pandillas como la Mara Salvatrucha (MS-13)”, aclaró una experta.
Jhon Chacín está en el grupo que el domingo pasado terminó en el Cecot (Centro de Confinamiento del Terrorismo), el gigantesco penal salvadoreño construido hace tres años para albergar maras. Es tatuador de profesión.
“No tiene ningún tipo de antecedente, nunca había estado detenido. Le decían que pertenecía a una banda criminal por tener tantos tatuajes”, afirmó su hermana Yuliana Chacín a la agencia AFP, quien enlistó los diseños que tiene tatuados: una flor, un reloj, un búho, calaveras, el nombre de sus padres y el de sus hijos.
Donald Trump volvió al poder en Estados Unidos con la promesa de masivas deportaciones de migrantes, en una lucha contra lo que definió como una “invasión de criminales”, e invocó una ley de 1798 para deportar diariamente a supuestos miembros del Tren de Aragua.
Sin noticias de él por días, la familia de Chacín lo identificó en los videos de reclusos con las cabezas rapadas, encadenados y custodiados por agentes encapuchados.
Los tatuajes fueron lo primero que vieron, al igual que muchos familiares desesperados que piden ayuda. El gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que contrató un bufete de abogados en El Salvador para presionar por su libertad.
LOS TATUAJES DE LOS VENEZOLANOS QUE HACEN DENOMINARLOS PANDILLEROS
Trump declaró al TdA como organización terrorista a días de volver a la Casa Blanca. Un año antes lo hizo el estado republicano de Texas, que entonces divulgó imágenes de tatuajes presuntamente vinculados a la banda, como una estrella, un tren, un fusil AK-47, la silueta de Michael Jordan con su número 23 y el nombre de una canción de trap latino.
Sin embargo, Ronna Rísquez, autora del libro Tren de Aragua, la banda que revolucionó el crimen organizado en América Latina, explicó que “los tatuajes no son una forma de identificar a los miembros” de esta banda que comenzó en Venezuela en 2014 y extendió su red de extorsión, homicidio, narcotráfico y trata de personas a varios países de América Latina y Estados Unidos.
“No es como en Centroamérica o con las maras. No tiene la obligación para sus miembros de tener tatuajes, no tiene un tatuaje de identificación, no está en sus códigos”, apuntó.
Jerce Reyes, un exjugador de futbol que solicitó asilo en Estados Unidos, fue detenido por la policía migratoria del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) y enviado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), considerada la prisión más grande de América Latina.
“Su tatuaje, un balón con una corona y un rosario junto a la palabra Dios”, son indicativos de que integraba la pandilla TdA”, escribió en X la secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin. “Las labores de inteligencia del DHS van más allá de solo un tatuaje y confiamos en nuestros hallazgos”.
Trump explicó el viernes que los deportados eran un “grupo peligroso” y que “pasaron por un riguroso proceso de investigación, que continuará en El Salvador”. Aunque seguirán revisando para evitar errores.
DE SU HOGAR A LA CÁRCEL
Edwuar Hernández Herrera salió de Venezuela en 2023; atravesó la peligrosa selva del Darién rumbo a Estados Unidos. Es uno de los casi ocho millones de venezolanos que migraron desde 2014 para huir de una crisis severa.
Hernández fue detenido el 12 de marzo y tenía orden de deportación a Venezuela. Sin embargo, fue enviado al Cecot. Como los Chacín y muchos otros, su familia se enteró por las imágenes divulgadas por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
Hernández tiene tatuadas, por ejemplo, dos espigas en el pecho y en el medio el nombre de su hija. “Que lleve tatuajes no lo hace un criminal”, lamentó su madre, Yarelis Herrera.
Lo mismo pasó con Ringo Rincón, de 39 años, o Andy Perozo, de 30, también presos en El Salvador, ambos venezolanos con tatuajes. Rincón, por ejemplo, lleva “un reloj que es la hora cuando nació su hija mayor en un brazo”, contó su esposa Roslyany Camaño. Perozo tenía los nombres de sus padres. N
(Con información de AFP)