La fiesta de natividad logra más que la política del “YO” con traje de “NOSOTROS”. La celebración amalgama religión y costumbre, humanismo y reconciliación, ausencia de rencores y buenos propósitos (aunque se queden en el tintero). Las virtudes mostradas en la otredad otorgan un ambiente digno de la vida compartida.
En navidad Rafael Reyes Acevedo, ameritado y eminente médico trasplantólogo con reconocimiento internacional, amigo querido, nos hizo un regalo excepcional, los tomos I y II de “LOS PLANES POLÍTICOS EN MÉXICO, siglo XIX”, de la autoría del Ingeniero Bonifacio Reyes Zapata, su padre. Virtuoso, inteligente, estudioso servidor público en retiro. Una edición familiar, no por ello carente de calidad e impulsos histórico-culturales. Un caleidoscopio histórico disruptivo, digno del honor de la tipografía.
El sentido fidedigno del estudio de los abundantes documentos revisados, analizados, sistematizados son una lección para líderes y gobernantes, una joya de los tiempos; muestra la INGENIERÍA gubernativa que se debe tener. Su dosis pedagógica enseña que la planeación política es clave para hacer buenos gobiernos, abraza éticas y espacios públicos de calidad moral. La ecuación la integró con “Orden más Concordancia más Referentes es igual a Historia Verídica”, (O + C + R = HV) Impulsa la historia como instrumento poderoso y eficaz como evocación sistémica del “ahora ya no”. El acontecimiento que fue es incorregible, acepta trasplante en el quirófano del estudio y la interpretación, su estado clínico permite encontrar en el pretérito grandes interrogantes, es decir, una reflexión impulsora de la efectiva transformación “del mundo de la vida”. Su orden documental cronológico permite comprender cómo, por qué, para qué, se despliegan los acontecimientos. En sus párrafos hay interpretación y consideraciones e inferencias del autor. Por un lado, el sentido crítico, por otro, la especulación fiel de los acontecimientos.
Su discurso muestra método analítico en su investigación y valoradas meditaciones. Matiza la dualidad: subjetividad y objetividad. Muestra la evidencia e interpreta cosas y predicados, expresiones y hechos, palabras y el cálculo del lenguaje. Bonifacio Reyes Zapata en calidad de notable Ingeniero pone en orden un siglo de historia Patria y deja espacio para otras maneras de interpretar el pasado y su circunstancia. En los planes políticos ubica el tiempo como categoría institucional de SER, en plural, coincidencia con Heidegger: “el ser es el tiempo” en su pluralidad de Planes políticos y narrativas. Comprensión del SER institucional en el proyecto de SER hacia el futuro; por ello, el ser se entiende a sí mismo a través de su pasado. El cuestionamiento es obligado, hoy gobernantes y líderes ¿se preparan para entender el pasado y transformar el ahora mediante proyectos? Adelanto mi respuesta: ¡NO!
El reóstato del tiempo es el presente instantáneo que engendra temporalidad junto a pasado y futuro. Si se prepararan para gobernar con rutas como las que nos muestra el autor, México sería otro, no se perderían en pregonar otros pisos, ni planes inentendibles, ni ideologías sin idea, ni confusiones conceptuales, ni discursos kafkianos…
Considerar los planes políticos en México posibilita cuestionar las estructuras de poder. Despierta “del sueño dogmático” las políticas públicas. Los dos tomos que nos hereda Reyes Zapata son contundentes, impulsan a la revisión crítica de nuestra razón de SER, con exploración de programas, discursos, narrativas surgidas del poder desde una perspectiva con principio de orden intelectual. Una conclusión central, según mi lectura, son las raíces de cómo se comporta el poder público con las desigualdades, la ética pública, propaganda y hasta publicidad que subyacen en los planes políticos con jerarquías de poder.
La propuesta tiene conformación científica, refleja orden de pensamiento y habilidad que le dio, con seguridad, el cálculo diferencial e integral al autor para confeccionar en un algoritmo Histórico y cultural los planes políticos en el siglo XIX, cada documento muestra la necesidad de lo necesario para atender los grandes problemas nacionales. Con esa disciplina de planeación México ingresa al siglo XX con traje revolucionario. Estos cimientos documentados son HOY la disrupción del mandato del artículo 25 Constitucional, el Estado está encargado de la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable por vía de la planeación democrática subrayada en el artículo 26 del mismo pacto político.
Bonifacio Reyes Zapata hace diagnosis clara por vía de su cortesía de buen pensamiento, en comentarios cuidadosos motivados y fundados revisa la evaluación de circunstancias propias de la sociedad del siglo antepasado. Su didáctica esquematiza objetivos, estrategias, líneas de acción, recursos, métodos… Los planes que han sido fundamentales en la construcción y desarrollo de México, crisol de los cambios políticos, sociales y económicos en el devenir del tiempo. Una cita de Heidegger lo resume: “La historia no es algo que simplemente ocurre al ser humano, sino que el ser humano es esencialmente histórico porque siempre está proyectándose hacia posibilidades futuras”.
________________________________________________________________________________________
Ignacio Ruelas Olvera, cuenta con estudios en Ingeniería Industrial, Filosofía y Derecho. Fue diputado en la LII Legislatura del Congreso del Estado de Aguascalientes y presidente de la Comisión Permanente. Ha colaborado en el Poder Ejecutivo del estado y en la Secretaría de Educación Pública en Aguascalientes. Trabajó en la Comisión Federal Electoral, Secretaría de Gobernación, Instituto Nacional Electoral y fue fundador del Instituto Federal Electoral. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.