El sector empresarial mexicano está listo para contribuir a la estabilidad y el crecimiento de la región, pero exige reglas claras, certidumbre y un compromiso real con el libre comercio. La imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos no sólo dañará la economía nacional, sino que también tendrá un efecto boomerang en Estados Unidos.
La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO SERVYTUR) manifestó su total rechazo a la estrategia de presión arancelaria anunciada por el gobierno de Estados Unidos como un medio para abordar temas de seguridad y migración.
El comercio no es moneda de cambio
Si bien es cierto que la crisis migratoria, el tráfico de drogas y la seguridad fronteriza son desafíos urgentes, el uso del comercio como herramienta de negociación es una estrategia errónea. No solo representa un golpe directo a la economía de ambas naciones, sino que también podría desestabilizar el crecimiento de la región.
La reciente conversación entre la presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente Donald Trump ha dado señales de cooperación, pero la vinculación de estos temas con medidas arancelarias no es la respuesta. México ha mostrado su compromiso con la seguridad al desplegar 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera y al endurecer sus acciones contra el tráfico de fentanilo. A su vez, Estados Unidos ha prometido reforzar el control del tráfico de armas. No obstante, condicionar el comercio a estos esfuerzos podría traer consecuencias irreparables.
Impacto económico: empleo, inflación y cadenas de suministro en riesgo
Expertos han alertado sobre el impacto devastador que estos aranceles podrían generar:
- Un incremento en la inflación de EE.UU., afectando directamente a los consumidores.
- La pérdida de hasta 12 millones de empleos en industrias que dependen del comercio con México.
- La disrupción de cadenas de suministro estratégicas, afectando sectores clave como el automotriz y el agrícola.
- Una caída del 12% en las exportaciones mexicanas, reduciendo el PIB nacional en un 4.4%.
Un riesgo para la estabilidad de América del Norte
El impacto geográfico de los aranceles sería especialmente severo en estados fronterizos y altamente exportadores, aunque los efectos indirectos de estas medidas se sentirán en todo el territorio nacional. En lugar de proteger el mercado interno estadounidense, esta guerra comercial artificial solo generará incertidumbre, pérdida de empleos y menor competitividad para ambas economías.
Diversos analistas advierten que esta política podría incluso aumentar la migración irregular en lugar de reducirla, ya que afectará directamente las fuentes de empleo y la inversión en México.
Llamado a la acción: defensa del libre comercio
Desde CONCANACO SERVYTUR, el sector empresarial mexicano hace un llamado urgente a las autoridades para que:
- Defiendan el comercio como un pilar independiente de la agenda de seguridad y migración.
- Exijan el respeto a los acuerdos comerciales establecidos en el T-MEC.
- Eviten que la economía mexicana sea usada como moneda de cambio en negociaciones políticas.
- Refuercen la estrategia diplomática para encontrar soluciones viables sin recurrir a amenazas comerciales.
Un mensaje claro: estabilidad y reglas justas
El sector empresarial mexicano está listo para contribuir al crecimiento y estabilidad de la región, pero necesita certidumbre y reglas claras. “No podemos permitir que la relación comercial más importante de América del Norte se convierta en un instrumento de presión política. La prosperidad compartida depende de decisiones inteligentes y acuerdos justos, no de imposiciones arbitrarias que solo generan crisis a largo plazo,” señalo en un comunicado Concanaco Servytur México. N