Introducirse a profundidad en las insondables geografías de la violencia contra las mujeres es encontrarse con el monstruo del “ni le muevas”, advierte el periodista y escritor Nacho Lozano en entrevista con Newsweek en Español.
El “ni le muevas” es la respuesta, explica Lozano, a cualquier estrategia, propuesta, cuestionamiento o posibilidad de combatir algún tipo de violencia contra las mujeres.
“Todos conocemos una historia de violencia contra las mujeres, todos en algún momento hemos sentido indignación por ello. Cuando digo ‘todos’ idealmente me imagino como un asunto de responsabilidad de hombres en una sociedad como la nuestra. Desafortunadamente, muchos de aquellos que han sido testigos de un hecho de violencia contra las mujeres o incluso los que perpetran el acto de violencia contra las mujeres no se indignan, no creen que esté mal, no creen que algo está fallando”, sentencia el periodista Nacho Lozano.
El también conductor de radio y televisión explica que es urgente “hacer una revisión desde la infancia y saber si yo como muchos otros mexicanos he estado o he visto o he sabido de un acto de violencia contra mujeres y a partir de ahí planear qué vamos a hacer para que esto termine y entender que la violencia machista no es algo que tengan que resolver las mujeres”.
El periodista escribe en su más reciente libro, Macho menos (Random House 2024), que “los machismos son lo peor que le puede ocurrir a las mujeres. El machismo mata, desaparece, humilla, anula, somete y perpetúa la impunidad”.
ERRADICAR LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES NO ES SOLO RESPONSABILIDAD DE ELLAS
A raíz de la grave problemática, Nacho Lozano plantea en su obra la urgente necesidad de entender que no es única y exclusivamente responsabilidad de las mujeres corregir y terminar con el origen de las violencias en su contra, cuando esta no es más que responsabilidad del patriarcado.
El autor advierte que dos de las principales vertientes de la violencia son los micro y macromachismos que se sistematizan, que se vuelven un negocio, un acto perverso de relación con las mujeres.
¿Cómo se termina con los machismos? Cada quien hace su camino, responde convencido Nacho Lozano. Él como reportero, dice, lo hace desde la entrevista al acercarse a mujeres que han sido víctimas de violencia o estudiosas de las violencias y que por tantos años han exigido que los hombres se hagan cargo de frenar las severas vejaciones contra la mujer.
Además de investigar para la creación de su libro Macho menos, entrevistó a las mujeres, estudió las violencias y comenzó a identificar en su forma de ser esos micromachismos, pero también las empatías que tienen él y otros hombres con las mujeres.
El primer “ni le muevas”, comenta el periodista, involucra a los que cometen las violencias. “Queremos más mujeres en los boards de las empresas”, la respuesta es: “Ni le muevas porque eso está muy difícil”.
“Queremos que termine la impunidad”, entonces los juzgados responden: “Ni le muevas porque es un asunto muy complejo, es un asunto bien difícil de cambiar, dejémoslo así”. En cuanto a la educación en los hogares: “Ni le muevas porque eso es ser mexicano, así somos”.
“NI LE MUEVAS PORQUE ASÍ ES EL MEXICANO”
En las calles, cuando una mujer se siente incómoda con un piropo, la reacción a esos momentos es: “Ni le muevas porque es parte de la cultura”. Cuando invito, dice el periodista Nacho Lozano, a un hombre a deconstruirse, este le replica: “Ni le muevas porque es parte de mi personalidad, así soy, así es el mexicano, ¿cuál es el problema?”.
El “ni le muevas” como respuesta para continuar permitiendo la violencia contra las mujeres existe porque hay una normalización de las acciones contra ellas. “De ninguna manera debe ser normal y eso tiene que comenzar a cambiar de manera urgente”, sentencia el autor.
La contraparte del “ni le muevas” es el “moverle”. En su andar para la creación de esta investigación, Nacho Lozano encontró a mujeres que tras ser víctimas o conocer un acto de violencia contra una o varias mujeres comenzaron a moverse y a responder al “ni le muevas” agitando todo aquello que lacera y crea violencia en contra de todas.
Ellas, dice el escritor, comenzaron con información y educación, es decir, al dar a conocer qué son para las mujeres lo que caracteriza a los machismos, a qué se le llama violencias y a explicar todo lo que por siglos ha sido lo “normal”, pero que debe erradicarse, y lo que por siglos ha evitado que las mujeres tengan libertades y sus derechos sean respetados como los de cualquier otro ser humano.
A partir de ahí, dice el periodista, considera que el “ni le muevas” no solamente se transforma en un “muévele”, sino que también en un “deconstrúyete”, “transfórmate” y “ponte a revisar tu historia personal como hombre y como origen de esas violencias, como promotor de esas violencias, como invisibilizador de esas violencias para que terminen”.
SE NECESITA UNA DECONSTRUCCIÓN: NACHO LOZANO
En ese tenor, dice el autor, a raíz de ese cambio los hombres deben crear otra realidad no solo personal, sino también familiar y comunitaria, es decir, que se dediquen a identificar esas violencias, comportamientos y conductas que derivan en la cultura machista para que terminen de aceptar cómo viven y afectan a las mujeres desde hace tanto tiempo.
“Es ahí donde existe una oportunidad para este libro que se suma a otros que no revelan nada que otras mujeres no hayan dicho por décadas, pero que puede representar un camino de cambio para estos hombres que buscan la deconstrucción, que necesitan dejar la masculinidad tóxica y constituirse en hombres que no solamente se sienten poderosos por el dinero o la manipulación y puedan convivir con las mujeres aceptando y respetando sus derechos y libertades. Además, deben volverse sus aliados y finalmente asumir la responsabilidad de mantener ese cambio de conducta de manera permanente”, explica el periodista Nacho Lozano, también conductor del noticiario DPC.
Además, dice, parte de los cambios en los hombres es volverse copartícipes de la educación de las otras generaciones. Una apuesta difícil, lamenta el autor, que asevera que es complejo para los hombres tomar la decisión de la transformación y aceptar que son violentos, irrespetuosos y un obstáculo para el desarrollo autónomo de las mujeres.
“LOS HOMBRES DEBEN EXPLORARSE MENTALMENTE”: NACHO LOZANO
Por ello, uno de los propósitos de Macho menos es que, si un joven o un señor buscan erradicar el machismo de manera personal, puedan comenzar con la lectura el camino hacia una deconstrucción de la mano de expertas y víctimas que con sus conocimientos y experiencias los ayudarán a cambiar las formas de convivencia y alejarse de las violencias contra las mujeres que con frecuencia se convierten en letales.
El autor es contundente al decir que cuando un hombre se arranca los machismos que lleva a cuestas no pierde la masculinidad, por el contrario, tiene la oportunidad de construirse de forma positiva para él y su entorno.
“Todo ello es una responsabilidad comunitaria, las comunidades tienen que entrar en la lucha para acompañar a esos hombres en la deconstrucción; las escuelas y los hogares también tienen esa responsabilidad sin pensar que solamente es de las mujeres”.
Nacho Lozano hace una investigación profunda y que invita a los hombres a explorarse mentalmente y reconocer quiénes son, analizar por qué millones son violadores, violentadores, misóginos y por qué muchos más creen que burlarse de otros hombres y de su fragilidad debe ser el comportamiento masculino. N