De acuerdo con expertos, la miel adulterada puede causar un aumento en el riesgo de diabetes, obesidad y daño hepático y renal. Aunque la práctica de adulterar miel no es nueva, los avances tecnológicos y científicos han facilitado su ejecución, con jarabes usados como diluyentes capaces de engañar las pruebas de autenticidad. Además, se vende a precios más bajos que la producida por apicultores genuinos.
Lynne Ingram parece tranquila cuando cuida sus colmenas en un frondoso rincón de Somerset, en el suroeste de Inglaterra. Pero desde hace varios años esta apicultora lucha contra un complejo enemigo: la miel adulterada.
La apicultora, con más de 40 años de experiencia, fundó en 2021 la Red de Autenticidad de la Miel del Reino Unido (HAN UK) para alertar sobre el riesgo de fraude.
“Un impacto que estamos viendo en todo el mundo es la quiebra de apicultores”, afirmó.
La miel adulterada puede ser vendida a los detallistas por un precio varias veces inferior al de los productores legítimos. Además de producir su propia miel, muchos apicultores de gran escala tienen contratos de polinización con agricultores por los cuales envían miles de colonias a todo el país.
La Asociación Británica de Apicultores, que representa a más de 25,000 productores, quiere que se reconozca el riesgo de fraude para proteger a la industria y a los consumidores.
UN ETIQUETADO MÁS CLARO PARA LA MIEL ADULTERADA
La Unión Europea actualizó en mayo sus regulaciones sobre la miel para disponer de un etiquetado más claro y un “sistema de rastreabilidad de la miel” para darle más transparencia.
En las etiquetas de la miel que incluye mezclas de distintos países, por ejemplo, debe indicarse el Estado de origen. Antes solo debía indicarse si era mezclada.
En Reino Unido, que ya no es parte de la UE, las reglas no son tan estrictas e Ingram teme que los consumidores puedan verse inducidos al error por la falta de precisión.
El sistema de etiquetado de la UE tiene su origen en un aumento del ingreso al bloque de 27 países de miel adulterada. Entre 2021 y 2022, 46 por ciento de la miel probada en las fronteras de la UE apareció como potencialmente adulterada. En el periodo 2015-2017 era de 14 por ciento.
De las muestras sospechosas, 74 por ciento provenían de China. La miel importada del Reino Unido presentaba un índice de sospecha del 100 por ciento. La UE cree que es probable que el producto se produzca en países terceros, y se mezcla de nuevo en Reino Unido antes de ser enviado al bloque.
Reino Unido es el segundo importador de miel en volumen de toda Europa. China es su principal proveedor. Sin embargo, no toda la miel importada en Reino Unido sale del país. Una gran parte se vende en el mercado interno.
“Creemos que hay muchísima miel adulterada en las estanterías de las tiendas. La miel adulterada está ampliamente disponible” en los grandes supermercados”, señaló Ingram.
INVESTIGADORES LUCHAN CONTRA EL FRAUDE DE ESTA MIEL EN LABORATORIOS
Un grupo de investigadores lucha contra el fraude de la miel en un laboratorio de investigación de la Universidad de Aston, en Birmingham, en el centro de Inglaterra.
Para ello usa tecnología de punta, una luz que permite revelar el contenido de las muestras de miel a nivel molecular. La técnica, conocida como espectroscopia de excitación-emisión de fluorescencia (FLE), consiste en disparar rayos láser a las muestras. Las frecuencias luminosas reemitidas se agrupan después en una imagen tridimensional —o “huella molecular”— de la miel analizada.
Alex Rozhin, director del proyecto y especialista de nanotecnología, explica que la prueba “puede rastrear diferentes moléculas a través del espectro y confirmar qué tipo de sustancias bioquímicas están presentes”.
En el laboratorio a oscuras, se puede ver claramente la luz de las distintas mieles. El primero emite un verde vivo y el segundo un azul más frío, lo que indica composiciones químicas distintas.
Gracias a la FLE, Rozhin afirma que su equipo “puede rastrear inmediatamente si hay una concentración de fraude en las muestras con diferentes bandas espectrales correspondientes al jarabe o a la miel natural”.
En ese sentido, Rozhin indica que esta técnica es más precisa que las pruebas existentes y puede dar resultados mucho más rápido y a un menor costo. Uno de los objetivos del equipo es ahora crear una versión que puedan usar los productores de miel o incluso los consumidores. N
(Con información de AFP)