Una ofensiva del ejército colombiano contra disidentes de las extintas FARC, que se marginaron de las negociaciones de paz la semana pasada, dejó este jueves 25 de abril 15 guerrilleros muertos y más de una decena de heridos.
“No hay que jugar con la paz, si es guerra es guerra. Detener la guerra implica ser serio con la paz”, advirtió el presidente Gustavo Petro en X.
Las negociaciones entre el Ejecutivo y disidentes del Estado Mayor Central (EMC) sufrieron un nuevo revés el 16 de abril cuando las partes anunciaron una división en sus filas: un bloque liderado por alias “Andrey” continuó en las conversaciones con el gobierno y otro, comandado por alias Iván Mordisco, se apartó.
El ejército colombiano anunció más temprano el golpe a esa escisión. De acuerdo a un boletín, los militares “neutralizaron (abatieron) 15 integrantes” del denominado frente Carlos Patiño en El Plateado, un sector del municipio de Argelia, donde los rebeldes levantaron un bastión repleto de narcocultivos.
“Al parecer, 12 integrantes más de la mencionada estructura, estarían heridos”, agregó el Ejército y aseguró que la operación militar “continúa”.
Petro cuestionó el compromiso del EMC en esa región y dijo que “esta es la mayor acción en su contra”. Según el gobierno, el frente Carlos Patiño está entre las estructuras bajo el mando de Mordisco, el exmiembro de las FARC que se convirtió en un dolor de cabeza para el presidente.
Siempre vestido de camuflado y con lentes oscuros, el jefe guerrillero rechazó el acuerdo de paz de 2016 y contrario a la mayoría de sus excompañeros, siguió en armas. En medio de la turbulencia en la mesa de conversaciones, Petro pidió a la fuerza pública capturar vivo a Mordisco.
No hay que jugar con la paz, si es guerra es guerra. Detener la guerra implica ser serio con la Paz. El EMC en el Cauca no la ha tenido al matar la población civil.
Esta es la mayor acción en su contra. https://t.co/ZEZMjOXxxu
— Gustavo Petro (@petrogustavo) April 25, 2024
EL EJÉRCITO COLOMBIANO MANTIENE LA PRESIÓN
El Plateado está ubicado en el Cañón del Micay, una región vedada para fuerza pública, pues allí los guerrilleros son el Estado de facto. Soldados y policías intentan desde hace varios meses tomar el control de la zona, pero han sido obligados a salir por la comunidad, que según las autoridades está siendo “instrumentalizada” por los rebeldes.
Antes de marginarse del proceso de paz, Mordisco se quejaba de que el Ejército estaba intentando entrar a su bastión por la fuerza. El Ejército mantiene la presión para “causar la mayor afectación a una guerrilla que insiste, persiste y continúa allá en el Cañón de Micay generando la ola de violencia”, aseguró el general Federico Mejía, comandante del Comando Específico del departamento del Cauca.
Mordisco fue un mando medio en las extintas FARC, entonces la guerrilla más poderosa del continente. Cuando la organización se transformó en un partido político, el rebelde siguió en la selva donde trafica cocaína, oro y expande su poder en otros delitos como la extorsión.
LA VIOLENCIA NO CEDE
“Andrey” era su aliado en las nuevas negociaciones de paz, pero al parecer su relación se resquebrajó cuando chocaron en la manera de ver el proceso.
El gobierno asegura que actualmente 50 por ciento del EMC está comprometido con las conversaciones, por lo que mantiene con ellos un cese al fuego. Petro es el primer presidente de izquierda en la historia del país y apuesta por una salida pacífica a más de medio siglo de conflicto armado.
Además del bloque que lidera “Andrey”, el gobierno negocia con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), en medio de violaciones a treguas pactadas de parte y parte que han llevado a congelar los diálogos en distintas ocasiones. Pese a los esfuerzos de paz del gobierno, la violencia no cede, y el narcotráfico toca picos históricos, según organismos internacionales. N