Rusia anunció este jueves 25 de enero el inicio de una investigación por “terrorismo” tras la caída el miércoles de un avión militar ruso cerca de la frontera ucraniana que, según las autoridades rusas, fue derribado a propósito y transportaba a 65 presos ucranianos.
“Una investigación criminal por acto terrorista se inició tras el accidente de un avión Il-76 en la región de Belgorod”, indicó el Comité de investigación ruso en un comunicado.
En tanto, Ucrania pidió que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Cruz Roja accedan al lugar del accidente del avión militar ruso que, según Moscú, “fue abatido por las fuerzas de Kiev mientras transportaba a prisioneros de guerra ucranianos”.
El país liderado por Vladimir Putin acusó a Ucrania de estar detrás del accidente de un avión de transporte Il-76, que se estrelló cerca del pueblo de Yablonovo en la región fronteriza de Belgorod matando a sus 74 ocupantes.
El ejército ruso acusó a las fuerzas ucranianas de haber destruido el avión. Y aseguró que estas “sabían” que los prisioneros iban a ser trasladados a Belgorod para un intercambio en la frontera. Este jueves, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reprochó a Kiev un “acto monstruoso”.
Sin embargo, hasta ahora, Rusia no ha aportado pruebas del número o la identidad de los pasajeros, ni de que Ucrania supiera quién iba a bordo del aparato. Además, este último país no confirma haber abatido el avión, pero señaló que continuará atacando objetivos militares en territorio ruso.
“ES UNA CAMPAÑA DE PROPAGANDA CONTRA UCRANIA”
Su comisario de derechos humanos, Dmitro Lubinets, una de las personas a cargo de los intercambios de prisioneros, pidió el jueves a la ONU y el Comité Internacional de Cruz Roja desplazarse para “inspeccionar el lugar” del accidente.
Sin embargo, Lubinets se dijo “convencido que Moscú no autorizará a nadie a ver el lugar”. De su parte, el servicio de inteligencia militar ucraniano insistió en la falta de “informaciones fiables y completas” sobre los pasajeros del avión.
El comisario ucraniano de derechos humanos señaló que, en cualquier caso, Rusia era “responsable de la seguridad” de los detenidos según la Convención de Ginebra. Lubinets añadió que “nada indica que hubiera tanta gente a bordo”.
“Para mí, es un claro ejemplo de Rusia planificando una campaña de propaganda contra Ucrania”, apuntó en redes sociales.
Kiev reconoció que un intercambio de prisioneros estaba previsto, pero asegura “no haber sido informado” de la necesidad de asegurar el espacio aéreo en la zona del accidente. El jueves, los servicios especiales del país (SBU) anunciaron la apertura de una investigación del accidente por “violación de las leyes y las costumbres de la guerra”. Sin embargo, parece difícil poder llevarla a cabo al haber ocurrido en territorio ruso.
PRESIDENTE DE UCRANIA RECLAMA UNA INVESTIGACIÓN INTERNACIONAL POR CAÍDA DE AVIÓN MILITAR RUSO
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reclamó una investigación internacional y acusó a Rusia de “jugar con las vidas de los prisioneros ucranianos”.
La región rusa de Belgorod es blanco habitual de ataques de misiles y de drones ucranianos. Kiev ha reivindicado en varias ocasiones la destrucción de aparatos rusos, los últimos la semana pasada.
De su parte, Rusia se ha visto involucrada en numerosas catástrofes aéreas, a menudo en circunstancias extrañas en las que la narrativa de Moscú genera interrogantes.
Un caso reciente es la muerte del jefe del grupo armado Wagner, Yevgueni Prigozhin, en un accidente de avión entre Moscú y San Petersburgo en agosto de 2023, semanas después de amotinarse contra el Kremlin.
Las autoridades rusas desmintieron estar involucradas y aseguraron que el avión pudo estallarse porque sus pasajeros hicieron estallar una granada a bordo. N