Un equipo de investigadores ha determinado que una punta de flecha de más de 3,000 años de antigüedad fue producida con materiales obtenidos de un meteorito. Datado hacia la Edad de Bronce Tardío (900-800 a. C.), el artefacto se descubrió durante el siglo XIX en el sitio arqueológico de Mörigen, localizado a orillas del lago de Biel, Suiza.
Sin embargo, según el artículo publicado en línea el 25 de julio, en la revista Journal of Archaeological Science, el equipo concluye que la punta de flecha es de origen extraterrestre, de un meteorito.
Incluso, antes de que diera inicio la producción de hierro a partir de minerales ferrosos, algunos pueblos de la antigüedad crearon artefactos de hierro con material extraído de los meteoritos que encontraban ocasionalmente.
Observada sobre todo en Eurasia y el norte de África, la práctica de utilizar hierro meteorítico para producir objetos se ha documentado en algunas partes de Turquía, Grecia, Siria, Irak, Líbano, Egipto, Irán, Rusia y China.
Esa particularidad geográfica explica por qué los científicos han encontrado contados artefactos de hierro meteorítico en Europa Central y Occidental, regiones en las que, hasta el momento, solo se han recuperado dos ejemplares.
INVASIÓN DE MATERIALES EXTRATERRESTRES
Los meteoritos son “rocas espaciales” que sobreviven al tránsito a través de la atmósfera terrestre para luego impactar contra el suelo. Conocidos como meteoroides cuando aún se encuentran en el espacio, esos cuerpos varían de tamaño, de modo que abarcan desde gránulos de polvo hasta asteroides pequeños.
Los meteoritos se desprenden de rocas más grandes (sobre todo de asteroides, aunque también de la luna y planetas como Marte) y su composición puede ser pétrea, metálica o una combinación de ambas.
Como parte del reciente estudio, los investigadores revisaron colecciones arqueológicas helvéticas. La finalidad era identificar objetos hechos con hierro obtenido del meteorito Twannberg, el más grande jamás descubierto en Suiza. (El sitio arqueológico de Mörigen se encuentra en el municipio alemán del mismo nombre, ubicado a pocos kilómetros al suroeste del sitio de impacto del Twannberg, y donde se han hallado varios fragmentos del antedicho meteorito).
Pese a que los investigadores no lograron identificar un objeto producido con el metal del Twannberg, reconocieron una punta de flecha creada con hierro de un meteorito claramente distinto.
Conservada en el Museo Histórico de Berna, Suiza, la punta de flecha de Mörigen la descubrieron en el siglo XIX como parte de una colección de cabezas de flecha producidas con bronce.
¿LA PUNTA DE LA FLECHA EN REALIDAD ES DE METEORITO?
Si bien el objeto se identificó previamente como una pieza de hierro, fue hasta el reciente estudio que los científicos emprendieron una investigación detallada.
El equipo de científicos estudió la punta de flecha con varias técnicas no destructivas. Algunas de estas jamás se habían utilizado con artefactos arqueológicos de origen meteorítico.
Gracias a esas técnicas, los autores del artículo determinaron que, aun cuando la punta de flecha era, efectivamente, de metal meteorítico, la composición química del hierro es muy distinta de la del meteorito de Twannberg.
Con base en el análisis químico, los autores proponen que el origen más probable del metal es un meteorito conocido como Kaalijarv. Es una roca espacial que cayó en Estonia (país de la región del mar Báltico) durante la Edad de Bronce —más o menos hacia el año 1500 a. C.— y produjo varios fragmentos más pequeños.
Los investigadores opinan que, hacia el año 800 a. C., algunos pueblos de la antigüedad toparon con fragmentos del meteorito. Estos los llevaron hasta Europa Central. Luego comerciaron con esas piedras a lo largo de las rutas utilizadas para la exportación de ámbar de la región del Báltico. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)