La Embajada de Rusia en México lanzó un inusual reproche público contra la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) luego de que la máxima casa de estudios del país compartiera la historia de un soldado ucraniano herido que recuperó la movilidad gracias a una prótesis desarrollada por especialistas mexicanos.
La crítica, publicada a través de redes sociales oficiales de la misión diplomática rusa, cuestiona los principios humanitarios de la UNAM, insinuando un supuesto sesgo político al brindar asistencia médica a un combatiente ucraniano herido en la guerra con Rusia.
“¿Será que los principios humanitarios son aplicables solo en determinadas circunstancias?”, escribió la Embajada de Rusia en su cuenta de X (antes Twitter), generando una ola de reacciones y controversia en plataformas digitales. Hasta el momento, la UNAM no ha respondido oficialmente al mensaje.
¿QUÉ HIZO LA UNAM QUE INCOMODÓ A LA EMBAJADA RUSA?
El 22 de mayo, la UNAM hizo pública una historia que, en principio, parecía una muestra de cooperación internacional y compromiso humanitario. En su comunicado, la universidad detalló cómo un soldado ucraniano, identificado como Sergey, volvió a caminar tras recibir una prótesis de pierna elaborada por expertos de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de Juriquilla, Querétaro.
Según el relato, Sergey perdió la extremidad inferior derecha tras la explosión de una mina rusa en noviembre de 2022. Luego de fallidos intentos de recuperación y una prótesis que no le funcionó, el soldado viajó a México como parte de un programa de colaboración entre la Sociedad Civil Ucraniana en México, la Embajada de Ucrania, y el Ministerio de Salud de Ucrania.
❓Por alguna razón, no encontramos una acción humanitaria similar por parte de la UNAM en 2014, cuando, como resultado de un golpe de Estado en Ucrania, personas que profesaban ideas neonazis llegaron al poder e iniciaron una guerra contra su propia población en el este del país.… https://t.co/Bku1KSeqjx
— Embajada de Rusia en México (@EmbRusiaMexico) May 23, 2025
El proyecto, encabezado por la especialista Luisa Alejandra Santos Borráez, incluyó una evaluación integral en la que participaron médicos, fisioterapeutas y expertos en nutrición. Tras varios meses de trabajo, se diseñó una prótesis a medida que le permitió volver a caminar.
La historia fue compartida por la UNAM como un caso de éxito en vinculación internacional y aplicación de ciencia en favor de la rehabilitación de víctimas de guerra. Sin embargo, el gesto no fue bien recibido por Moscú.
LA QUEJA CONTRA LA UNAM DE LA EMBAJADA RUSA
A través de un mensaje en redes sociales, la Embajada de Rusia en México criticó a la UNAM por ayudar a Ucrania sin haber actuado —según ellos— en favor de las víctimas rusoparlantes del este ucraniano tras el conflicto iniciado en 2014.
“Por alguna razón, no encontramos una acción humanitaria similar por parte de la UNAM en 2014, cuando, como resultado de un golpe de Estado en Ucrania, personas que profesaban ideas neonazis llegaron al poder e iniciaron una guerra contra su propia población en el este del país”, publicó la embajada, acompañando el mensaje con emoticonos de interrogación.
El comentario alude a la narrativa oficial del Kremlin sobre el conflicto en Donbás, en el que Moscú ha justificado su intervención militar alegando la protección de poblaciones prorrusas frente a lo que califica como un “régimen hostil” en Kiev.
EL SILENCIO DESDE LA UNAM
La declaración de la embajada rusa generó una oleada de reacciones en redes sociales, divididas entre quienes defendieron el trabajo humanitario de la UNAM y quienes consideraron que la universidad debería mantenerse neutral en un conflicto internacional en curso.
Hasta el momento, la UNAM no ha emitido ningún comunicado oficial en respuesta a la crítica diplomática. Tampoco han reaccionado los organismos mexicanos de política exterior ni la propia Embajada de Ucrania en México.
UCRANIA, RUSIA Y LA UNAM
Desde el inicio de la guerra en Ucrania, las instituciones académicas, científicas y médicas de todo el mundo han participado en diversas iniciativas para asistir a civiles y soldados heridos. La participación de universidades como la UNAM no es inusual en programas de reconstrucción protésica, sobre todo cuando existe colaboración con agencias humanitarias o gobiernos aliados.
El incidente, sin embargo, abre una nueva dimensión en el debate sobre la neutralidad de las instituciones académicas frente a conflictos internacionales, especialmente en un contexto donde la desinformación, los posicionamientos geopolíticos y las alianzas estratégicas cobran cada vez más protagonismo. N