Entrenar perros requiere paciencia, constancia y el uso de gestos u órdenes verbales, los cuales los caninos entienden a través de diferentes tonos; no obstante, una investigación reciente descubrió que también pueden “escuchar” conversaciones incluso si no están dirigidas a ellos.
Los tutores suelen usar el lenguaje dirigido a perros (DDS, dog-directed speech) al hablar con estos animalitos. Esta voz alegre, similar al balbuceo infantil, se produce cuando alguien usa una entonación y un rango de tonos más altos, lo que atrae la atención de nuestras mascotas, que son más propensas a seguir las órdenes eficientemente cuando alguien usa esta clase de lenguaje.
Sin embargo, expertos en animales de las universidades de Lincoln y Sussex, en Inglaterra, y de la Universidad Jean Monnet, en Francia, querían comprobar si los perros entienden e identifican contenido significativo, como su nombre, enterrado entre frases irrelevantes y pronunciado en un tono plano.
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El grupo de investigación pregrabó a los dueños de los perros pronunciando un pasaje específico. La frase significativa incluía el nombre del perro, seguido de “venga ya”, mientras que la frase sin sentido decía “¡[Alfie / Bertie], pásame un café!”. Compararon ambas frases cuando los dueños hablaban en DDS y cuando usaban una voz monótona.
Cerca de 50 perros de diferentes razas, como dachshunds y san bernardo, escucharon las grabaciones en una habitación de espaldas a sus dueños. Los investigadores midieron la frecuencia y la duración de la mirada de los perros hacia sus dueños tras escuchar una frase familiar.
El estudio, publicado en la revista Animal Cognition, reveló que los perros eran más propensos a responder a las frases significativas cuando se les hablaba con prosodia DDS (acento y entonación); sin embargo, aún podían reconocer sus nombres en prosodia de lectura neutra.
¿CÓMO LOS PERROS ENTIENDEN A LOS HUMANOS?
Los investigadores también observaron que la capacidad de los perros para reconocer el habla también podría haberse visto favorecida por las pausas que los dueños hicieron en la grabación.
Asimismo, descubrieron que el cerebro de un perro puede analizar el habla sin señales, tonos ni movimientos exagerados, algo que anteriormente se creía exclusivo de los humanos.
Las pruebas también evaluaron la respuesta de los perros al habla según su género. Si bien las mujeres producen un habla DDS más exagerada que los hombres, en comparación con su habla de lectura neutra, el estudio reveló que el sexo no influyó en las respuestas de los perros.
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La Dra. Holly Root-Gutteridge, investigadora posdoctoral de la Universidad de Lincoln, declaró: “Descubrimos que los perros podían encontrar su nombre con total claridad cuando se les presentaba de forma monótona y sepultado en un torrente de habla irrelevante —un requisito previo para comprender el lenguaje—, lo que demuestra su capacidad para escucharnos”.
Estos hallazgos podrían ser una ventaja para el entrenamiento de perros de servicio, afirmó el equipo. El líder del proyecto, el profesor David Reby, de la Universidad de Saint Etienne y profesor visitante de la Universidad de Sussex, afirmó: “El hecho de que una especie no hablante pueda percibir información verbal básica indica que el habla humana aprovecha las capacidades perceptivas presentes en otros mamíferos o que los perros poseen un oído especial para el habla humana como consecuencia de la domesticación”.
De esta forma, podrían realizarse más investigaciones con otros animales (como lobos domesticados, cachorros, gatos y caballos) para saber si otras especies domesticadas expuestas regularmente al habla humana también responden de la misma manera. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)