El día de ayer leía en redes sociales, que alguien cuestionaba cómo es posible que algunos ciudadanos defiendan sistemáticamente al gobierno en cualquier tema, sin cuestionar nada, solo defender como por obligación y desde luego comparando al gobierno con el pasado, pero no contra los tiempos del PRI, sino contra el villano Calderón y contra los empresarios.
El otro México, el que vive en Estados Unidos
El fin de semana tuve la oportunidad de acudir al Juego de México vs Panamá de la final de la Nations League, en el estadio SOFI de la ciudad de Los Ángeles, California. Donde pude platicar con muchos paisanos indocumentados, que están muy preocupados por la situación de las deportaciones, y quejándose amargamente de TRUMP y del costo de vida en Estados Unidos, así como del mal trato que reciben por parte de algunos ciudadanos norteamericanos, pero hablando muy bien de la Presidente Sheinbaum y de cómo apoya a los pobres, al grado de que una señora llamada Lili, que vende hot dogs en un carrito afuera del estadio, menciono que su esposo va y viene a México, pues recibe dinero de parte del gobierno, como tantos mexicanos a los que este gobierno ayuda.
“Primero que nada, somos salvadoreños”
Mi esposa le preguntó a Lili que si ellos consideraban que esta mejor México que Estados Unidos por que no se regresaban, y su respuesta me impresionó, pues nos dijo: “primero que nada porque somos salvadoreños, y segundo porque por más mal que este acá, está mejor que allá”. Obvio, la siguiente pregunta fue, ¿cómo recibe dinero del gobierno mexicano si ustedes son salvadoreños?, “pues nomas aplicamos”. Mi hijo, volteo a ver con una cara de incredulidad, que hacía tiempo yo no veía.
¡Resulta que también regalamos dinero a extranjeros que lo piden!
Más que criticar al gobierno, quiero hacer una reflexión de los dos temas.
Narrativas del pasado que aún nos condicionan
El primer punto, recuerdo con mi infancia cuando los domingos mi abuela y yo veíamos las películas en blanco y negro de Pedro Infante, y no había una sola que no fueran ricos vs pobres, hasta los títulos eran en ese sentido: “Nosotros los Pobre, Ustedes los Ricos”. Las novelas que en su mayoría se centran en la niña pobre del barrio que se enamora del muchacho millonario que no es feliz a pesar de sus privilegios, y la chica es atacada por la muchacha rica que está enamorada del mismo joven y la mama del muchacho que no soporta ver a su hijo con una mujer sin apellido.
Otras historias son aquellas donde el joven trabajador de clase humilde que es maltratado y abusado por el empresario millonario que ha hecho sus millones usando influencia, abusando de todos, y aprovechándose de sus trabajadores, quienes son pobres debido a que el jefe los oprime.
Populismo y victimismo: una fórmula efectiva
El común denominador en estas historias es que el rico es malo y el pobre es bueno, a esto le llamo la “cultura de la pobreza”, y más aún la religión católica de alguna manera también hace alusiones a que el pobre será el primero en llegar al cielo.
Lo gobiernos populistas, promueven esta narrativa de tal manera que alimentan con sus discursos esta cultura hacia el pobre y desvalido que es explotado por la sociedad, y a eso se debe esa popularidad, aprendieron que al igual que los algoritmos de redes sociales, promover lo que ya se cree, sea cierto o no, ayuda al consumo de esas ideas.
Estas formas de pensar llevan años promoviéndose en los mexicanos desde los años 50 y en el caso de la ideología populista hacen pensar al ciudadano que todo lo malo que le ocurre, no es culpa suya, es culpa del sistema o de tu jefe o de la maestra que es injusta con mi hijo, o del policía que solo quiere “morder”, o hasta arbitro que le tiene mala fe a la selección mexicana para que no pase a los juegos de cuartos de final durante los mundiales de futbol. Y a eso atribuyó que la gran parte de los mexicanos apoyen este régimen.
Idealizar un país al que no se quiere volver
El segundo tema que quiero abordar, es el relativo al hecho de que nuestros paisanos defienden el gobierno mexicano, pero no se quieren venir a vivir a México, esto es algo que de verdad me llama la atención, ya que prefieren vivir siendo abusados, maltratados, ninguneados por los “güeros”, que regresarse a sus pueblos donde tienen familia y amigos. Eso me hace pensar que la vida es esos pueblos es insoportable y que nuestros gobiernos no han podido hacer lo necesario para que haya progreso y calidad de vida.
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Esos paisanos, prefieren vivir en Estados Unidos con esos maltratos, pero al final del día, pueden ir a ver a su selección, pueden ir a un parque, pueden ir a la playa, a un centro comercial, y en sus pueblos no hay eso, y lo más importante es que en Estados Unidos no hay esa violencia dsmedida como la que tenemos en México. No estoy diciendo que el “gabacho” sea la panacea de la civilización, porque también tienen lo suyo, pero te dice mucho que nuestros mexicanos prefieran vivir así que regresar a un país donde ellos dicen que el gobierno es bueno, aunque no tienen la calidad de vida que allá sí disfrutan.
¡Vaya contradicciones ¡ N