Un equipo de científicos identificó un agujero negro supermasivo que parece estar estar despertando luego de permanecer inactivo durante décadas. El fenómeno fue detectado en el núcleo de la galaxia SDSS1335+0728, ubicada a unos 300 millones de años luz de la Tierra, donde se observaron destellos de luz conocidos como erupciones cuasiperiódicas (QPE, por sus siglas en inglés).
Estas erupciones son ráfagas rápidas y repetitivas de rayos X emitidas por agujeros negros supermasivos, según detallaron los investigadores en un artículo publicado en Nature Astronomy.
Los primeros indicios del fenómeno surgieron a finales de 2019, cuando la galaxia comenzó a emitir una luminosidad inusual. Tras varios años de observación, los astrónomos determinaron que este comportamiento se debe a que el agujero negro entró de manera repentina en una fase activa. La porción central, brillante y compacta de la galaxia, conocida como el núcleo galáctico activo, recibe el apodo de “Ansky”.
“La galaxia SDSS1335+0728, previamente estable durante dos décadas, exhibió un aumento en el brillo óptico en diciembre de 2019, seguido de una variabilidad persistente similar a la de un núcleo galáctico activo (AGN) durante cinco años, lo que sugiere la activación de un agujero negro supermasivo que tiene un millón de veces la masa del Sol”, explicaron los especialistas.
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“ES LA PRIMERA VEZ QUE OBSERVAMOS UN EVENTO DE ESTE TIPO”
Un equipo dirigido por Lorena Hernández-García, investigadora de la Universidad de Valparaíso en Chile y autora principal del último estudio, comenzó a observar los QPE de Ansky a intervalos casi regulares a partir de febrero de 2024.
“Este raro evento brinda una oportunidad para que los astrónomos observen el comportamiento de un agujero negro en tiempo real, utilizando telescopios espaciales de rayos X, incluidos el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el NICER, Chandra y Swift de la NASA”, dijo Hernández-García en un comunicado.
Y agregó al tema: “Esta es la primera vez que observamos un evento de este tipo en un agujero negro que parece estar despertando”. XMM-Newton, el único telescopio de rayos X capaz de detectar la tenue luz de fondo entre los estallidos de rayos X, desempeñó un papel fundamental en el estudio. “Con XMM-Newton pudimos medir la opacidad de Ansky, lo que nos permitió calcular cuánta energía libera cuando se ilumina y empieza a destellar”.
Se descubrió que las ráfagas de rayos X de Ansky eran 10 veces más largas y 10 veces más luminosas que lo que vemos en un QPE típico, señaló el coautor del artículo y astrofísico, Joheen Chakraborty, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en una declaración.
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UNA EXPLICACIÓN PARA EL AGUJERO NEGRO SUPERMASIVO
Cada una de estas erupciones libera cien veces más energía que la observada en otros lugares. Las erupciones de Ansky también muestran la cadencia más larga, de aproximadamente 4.5 días. Esto pone a prueba nuestros modelos y desafía nuestras ideas sobre cómo se generan estos destellos de rayos X.
Los agujeros negros supermasivos se encuentran en el centro de la mayoría de las galaxias, lo que los hace difíciles de detectar y estudiar. La gravedad de un agujero negro captura la materia que se acerca demasiado y puede desgarrarlo. Por ejemplo, la materia de una estrella capturada se dispersaría en un disco caliente y brillante que gira rápidamente, conocido como disco de acreción.
Actualmente se cree que los QPE son causados por un objeto que interactúa con un disco de acreción. Se han vinculado a la destrucción de una estrella, pero no hay evidencia de que Ansky haya destruido una estrella. Desde 2019, solo se han detectado unos pocos episodios adicionales de QPE. “Aún no entendemos qué los causa”, afirmó Hernández-García. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)