En un anuncio sorpresivo publicado en su red social Truth Social, el presidente de Estados Unidos Donald Trump declaró una pausa de 90 días en los nuevos aranceles del 10% que entrarían en vigor hoy para más de 75 países, mientras impuso un histórico arancel del 125% a China, encendiendo las alarmas geopolíticas y provocando una euforia en los mercados.
El mensaje, ambiguo pero contundente, justifica la medida como respuesta al “abuso comercial prolongado de China” y, en contraste, premia a las naciones que han optado por la diplomacia. “Los días de estafar a EE.UU. se acabaron”, declaró Trump.
Wall Street reacciona con euforia
Minutos después de la publicación, el Nasdaq subió hasta un 9%, impulsado por las expectativas de menor tensión arancelaria global, pese al endurecimiento hacia Pekín. Los inversionistas interpretaron la medida como un gesto de distensión temporal, que podría abrir una nueva fase de negociación con varios aliados estratégicos.
China: blanco principal del nuevo embate
El arancel del 125% representa la mayor carga comercial impuesta a un solo país en la historia reciente de EE.UU., y marca una escalada crítica en la guerra económica con China. Trump acusó a Pekín de “manipular mercados” y socavar la competitividad global, reiterando una narrativa que ha sido eje de su política exterior.
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Aunque el anuncio no detalla qué países serán beneficiados con la pausa, fuentes en Washington adelantaron que se trataría de aliados tradicionales y socios estratégicos de EE.UU. en América Latina, Europa y Asia-Pacífico, lo que reforzaría los lazos comerciales frente a la influencia china.
¿Táctica política o estrategia comercial?
Analistas consideran que la jugada puede tener motivaciones electorales, buscando fortalecer la imagen de Trump como líder fuerte en comercio exterior. Sin embargo, expertos advierten que la falta de claridad en los detalles puede sembrar incertidumbre a corto plazo. N