La medida, anunciada por la presidenta Claudia Sheinbaum, forma parte de un acuerdo con la administración de Donald Trump para frenar la imposición de aranceles a productos mexicanos durante al menos un mes.
Las tropas, provenientes de diversas regiones del país, se sumarán a las ya desplegadas en la frontera con el objetivo de contener el flujo de fentanilo, otras drogas y la migración irregular hacia Estados Unidos. Además, el operativo busca reforzar la vigilancia contra la entrada de armas desde territorio estadounidense, según informó la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Reforzar la frontera sin descuidar el resto del país
Sheinbaum aseguró que el traslado de tropas no comprometerá la seguridad en otras partes de México. “Es un despliegue que no deja sin seguridad al resto del país (…) No estamos dejando desprotegidos los estados de la República, es una reorientación de las fuerzas”, declaró la mandataria durante su conferencia matutina.
El anuncio llega en un momento clave para la relación bilateral, luego de que Trump amenazó con imponer un aumento arancelario a los productos mexicanos. En respuesta, ambos gobiernos pactaron la movilización de fuerzas de seguridad en la frontera norte, con la condición de que el alza de aranceles quede en pausa por un mes mientras se evalúan los resultados del operativo.
Movilización aérea y terrestre
El operativo arrancó el 3 de febrero con el traslado de tropas por aire y tierra. Aviones de la Fuerza Aérea Mexicana despegaron del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) con destino a Campeche, mientras que dos Boeing 727 de la Guardia Nacional partieron del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) hacia Mérida y Cancún.
Desde las primeras horas del 4 de febrero, 990 agentes de la Guardia Nacional se trasladaron en avión desde el sur del país a puntos estratégicos en la frontera: Tijuana (Baja California), Sonoyta (Sonora) y Matamoros (Tamaulipas). Además, 6,310 elementos fueron desplegados vía terrestre a ciudades clave como Tecate y Mexicali en Baja California; Agua Prieta y Sonoyta en Sonora; Piedras Negras y Ciudad Acuña en Coahuila; Ojinaga, Puerto Palomas y Ciudad Juárez en Chihuahua; Colombia en Nuevo León; y Playa Bagdad y Ciudad Mier en Tamaulipas.
Un despliegue bajo escrutinio
La medida ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos sectores empresariales y políticos ven en el acuerdo una forma de evitar una crisis comercial con Estados Unidos, otros cuestionan si la militarización de la frontera es la estrategia adecuada para atender temas migratorios y de seguridad.
Te puede interesar leer | Tijuana refuerza seguridad en cruces fronterizos con nuevos filtros de revisión
El despliegue será evaluado en las próximas semanas, mientras ambos gobiernos monitorean los efectos de esta estrategia en el tráfico de personas y mercancías. Con la amenaza de aranceles aún latente, México apuesta por reforzar su frontera como moneda de negociación en su relación con Washington. N
Con información de Animal Político.