Ante el inicio del proceso electoral de 2024 y la concluida definición de candidaturas tanto por el oficialismo como por la oposición, la candidata Xóchitl Gálvez y la corcholata Claudia Sheinbaum se aprestan a enfrentar los retos que tienen por enfrente, los de ellas, no los del país.
El reto principal de Xóchitl es alcanzar a Sheinbaum quien le lleva una delantera de alrededor de 15 puntos porcentuales. No está mal si se considera que tiene solo poco más de 2 meses en campaña y que alcanza nada más el 50% de conocimiento entre la población. Pero no deja de ser un reto formidable ante su opositora que goza de amplios niveles de conocimiento y tiene a su servicio el aparato del estado que indebidamente está siendo utilizado para que salga adelante en la contienda. Primer paso para que la gente la prefiera es que su nivel de conocimiento alcance niveles del 90%. Sus apariciones públicas serán determinantes para alcanzar este objetivo, la promoción en redes de su persona en una primera etapa más que de sus ideas, podrá ayudar a que la población la vea, la sienta, sepa quién es, cómo es y cuál es la historia de su vida.
Sheinbaum por su parte tiene como reto principal que se le vea distinta de AMLO… pero no tanto. Debe navegar entre la gente que sí quiere al presidente tal como es y que desea ver una continuidad de su gobierno y de la 4T, y aquella que una vez estuvo con López Obrador pero que se ha decepcionado de su persona o de su gobierno y se ha alejado del proyecto. Este último grupo es al que le tiene que hablar para que regrese al movimiento sin que ese mensaje ahuyente a los que permanecen. Pareciera que está conformado por la clase media que en 2018 apoyó al presidente pero con quien éste se ha peleado constantemente y ha terminado por ahuyentarla. Lo paradójico del tema es que el mensaje para las gentes con más necesidades y la de clase media que se ha ido no es necesariamente muy diferente. Simplemente debe dejar de atacarlas, dejar de criticarlas por aspiracionistas y dejar de decir que el movimiento favorece a los pobres por que son quienes lo van a apoyar siempre.
Por su parte los electores debemos hacer un esfuerzo por conocer a ambas candidatas. Es nuestra responsabilidad emitir un voto informado que esté acorde a lo que cada uno pensamos que es lo mejor para México. También debemos ayudar a otros a estar informados, a compartir información de ellas o al menos de la que preferimos. Lo más importante para los ciudadanos en esta etapa del proceso electoral es informarnos y ayudar a que todos sepamos quienes son la candidata y la corcholata. N