“Las expresiones artísticas nos hacen mejores seres humanos. Estoy absolutamente convencido de que la danza, el teatro, la literatura, las artes plásticas, la música y todo el conjunto de bellas artes, que también incluye la pintura y escultura, crean mejores sociedades, nos sensibilizan y nos hacen mejores seres humanos”, asegura el actor de cine, teatro y televisión, Roberto Sosa Martínez en entrevista con Newsweek en Español.
El actor añade que todas estas artes crean mejores sociedades y sensibilizan al espectador, “sobre todo en comunidades donde existen tantas heridas y fracturas. Cuando existen desconfianzas, incredulidades, polarización términos de ideología, el arte y la cultura pueden llegar a convertirnos en mejores seres humanos”.
LA CASA DE ARIADNA
Roberto Sosa forma parte de la actual puesta teatral La casa de Ariadna, un universo compuesto de tres actos nacidos de la intervención física y conceptual a la pieza transitable Metro y medio, de Juan Carlos Henríquez.
En el punto más álgido de la pandemia por covid-19 en México, nació la instalación transitable Metro y medio, de Juan Carlos Henríquez, un laberinto traslúcido que, tras ser recorrido, ofrecía a una persona la posibilidad de encontrarse —de forma segura— con otra. Ese encuentro estaba mediado por una membrana plástica que dejaba pasar la temperatura corporal; así que quienes entraban, conocidos o no, podían verse, tocarse y abrazarse.
Las experiencias ahí vertidas fueron tan intensas y disímiles que el Centro de Exploración y Pensamiento Crítico (CEX) de la Universidad Iberoamericana decidió invitar a colectivos escénicos para intervenir física y conceptualmente la instalación transitable.
COINCIDENCIAS, RASTROS Y LA BÚSQUEDA
Fue así como el año pasado surgieron de manera individual las tres puestas: Coincidencias, Rastros y La búsqueda, que además de tener en común la intervención y el espacio, se sumó una provocación: el mito de Ariadna. Sin embargo, tras su presentación, aún quedaba mucho qué decir, por lo que ahora las tres puestas se entregaron a una hibridación exploratoria que derivó en un solo universo: La casa de Ariadna.
“La puesta está basada en el mito de Ariadna que es un relato antiguo universal. La coreografía que yo realizo tiene una duración de 20 minutos y en esta sudo como tour de force, y sin mentir, el vestuario, que es un suéter, termina empapado de sudor por la tensión, distensión y expresión desde lo gestual y lo corporal”, dice Sosa.
ROBERTO SOSA, UN ACTOR QUE BUSCA LA EXPRESIÓN CORPORAL
Sosa comenta: “Soy un actor que ha buscado siempre el trabajo de expresión corporal y que trabaja en su físico no desde el gimnasio, no desde la fuerza, sino desde la expresividad a través de la pantomima, el trabajo de máscaras, a través del trabajo circense y la provocación.
“Aquí en La casa de Ariadna y en la coreografía de Coincidencias debía memorizar una partitura coreográfica en donde cada movimiento tuviese que ver con lo que se había escrito desde la dramaturgia de Verónica Bujeiro y eso me pareció un reto provocador”, añade.
La casa de Ariadna es una producción con una duración de 60 minutos. El cupo está limitado a 30 personas y se presenta los viernes y sábados en Caja Negra del CEX, en Ciudad de México. N