Los damnificados por la inundación de Tula que se manifestaron en Palacio Nacional informaron que no lograron dialogar con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sino que solo consiguieron entregar un pliego petitorio.
Las solicitudes de los inconformes incluyen atención integral al problema de las anegaciones, a fin de evitar nuevas emergencias que puedan derivar en muertes.
Asimismo, pidieron que dejen de enviar aguas negras del Valle de México a Tula y que busquen alternativas, como darles tratamiento en Ciudad y Estado de México.
Además, indicaron que los mandaron a realizar mesas de trabajo con dependencias con las que ya han tenido “incontables” reuniones, que no han dado resultados.
Pese a ello, líderes del movimiento consideraron que obtuvieron resultados positivos, pues pudieron plantear la necesidad de ayuda integral a los afectados, pues coincidieron en que no los han atendido adecuadamente a 10 meses de la anegación.
Los inconformes indicaron que entregaron el pliego petitorio y tuvieron una reunión con funcionarios de varias dependencias, quienes se comprometieron a analizar “los temas” para responderles.
Edith Guzmán Godínez, quien formó parte de una comisión de cuatro personas que dialogó con los servidores públicos, aseveró que el encuentro fue “fructífero”, ya que les dijeron “de viva voz” las necesidades de los damnificados; asimismo, externó que “en todo momento” recibieron respuestas positivas.
“Hubo personal de las secretarías de Gobernación, Bienestar, Economía y Vivienda, además de la parte técnica, que corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), quienes se comprometieron a efectuar mesas de trabajo para dar seguimiento a las demandas del pliego que traíamos”, detalló.
SOLICITUDES
Otras peticiones de los tulenses incluyen una compensación “justa” por las pérdidas sufridas, pues indicaron que los daños están valuados entre 150 mil y 500 mil pesos, mientras que solo recibieron 10 mil.
Además, solicitaron la reubicación o reposición de viviendas, pues externaron que algunas permanecen destruidas, así como un plan de reactivación económica para el municipio, especialmente para el sector comercial, también perjudicado por la pandemia de Covid-19.
Miguel Ángel Martínez I Tula de Allende
