Trabajar para las minorías debería ser uno de los objetivos empresariales para evitar que haya brechas dentro de una sociedad. Lamentablemente, estas brechas no están en manos de las personas que padecen una discapacidad como la visual. Las empresas tienen que ser un claro ejemplo para la sociedad y dar visibilidad a problemas reales de los que muchos de nosotros somos ajenos.
Los avances tecnológicos empresariales deben estar al servicio de las personas con discapacidad para poder brindarles las mismas oportunidades de crecer y vivir de manera igualitaria. De la necesidad de vivir en una sociedad igualitaria nacen muchas empresas con la idea de aportar desarrollos tecnológicos y útiles.
La tecnología también debe estar al servicio de las personas con discapacidad visual, una parte minoritaria de la sociedad, pero muy importante.
Hablar de discapacidad es un discurso que ya la mayoría de las personas conoce. Podemos describir la lista de discapacidades que las personas pueden llegar a tener y las que se pueden prevenir. Pero este artículo no trata de eso, sino de comprender cómo teniendo un padecimiento tan notorio como la discapacidad visual, es posible acceder a la información y al entretenimiento mundial.
Guantes robóticos, dispositivos de ratón simplificados o dispositivos de asistencia personal que brindan la posibilidad de lectura de textos en superficies impresas o digitales, el reconocimiento de códigos de barras, objetos personales, colores, caras e incluso billetes. De tal manera que la tecnología puede convertirse en la mejor amiga de las personas con discapacidad.
EL IMPACTO HUMANO DE LA TECNOLOGÍA
Recientemente, se han desarrollado numerosos dispositivos de soporte de alta tecnología que pueden mejorar, respaldar y facilitar una larga lista de operaciones que de otro modo serían complicadas. Especialmente durante el último año, con el advenimiento de la pandemia y los confinamientos, la gente ha sentido la necesidad de tener todo tipo de ayuda posible en casa. Esto también se aplica al trabajo remoto continuo.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud identifican aproximadamente 1,000 millones de personas en todo el mundo con discapacidad cognitiva, visual, auditiva, motora u otras formas. Aquí es donde la innovación tecnológica intenta dar respuesta a diferentes necesidades aportando todo tipo de ayudas.
El mundo actual ya no puede concebirse sin el apoyo que nos ofrecen las nuevas tecnologías para realizar cualquier acción. Comunicarnos, comprar, conocer personas, documentarnos, reservar nuestras vacaciones, por ejemplo.
La tecnología tiene un impacto humano, puede empoderar a las personas. La tecnología, y la transformación que provoca, posee un valor incalculable cuando permite la eliminación de dificultades a las personas que sufren alguna discapacidad.
Más allá de lograr la eficiencia personal, reducir fronteras, establecer nuevos modos de relación y modificar la cadena de valor, el despliegue de la tecnología asistencial debe avanzar a la mayor velocidad posible para mejorar la vida de las personas con discapacidad visual. N
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Rafael Castañeda Díez es médico cirujano experto en oftalmología y microcirugías de catarata y glaucoma. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad de la autora.