Las diosas y dioses de la mitología griega convocan a poner orden, su sabiduría está ligada a nuestra vida cotidiana, amor, guerra, naturaleza, educación, salud… de las entrañas culturales del episodio de Ovidio en su “Rosa de Guadalupe”, surge Atenea, diosa de la inteligencia y la sabiduría, Minerva para los romanos.
En un corte de tipo posmoderno Atenea es masculinizada, vestida con casco y armadura, escudo y lanza, pero hermosa y femenina, ojos de lechuza. Su esencia es la sabiduría y vínculo con artes guerreras. Para los griegos, la inteligencia es atributo masculino, ella lo contradice inobjetable. Su feminidad, es además, de una diosa virginal y sexual. Según la mitología nace de la cabeza de Zeus. Para el siglo XXI mexicano es necesario que sea la diosa de la guerra justa, defensiva, esencialmente estratégica y táctica, en sentido opuesto a la violencia desvergonzada de Ares, dios griego de la guerra de matar por matar. Según la Ilíada Atenea es vencedora en la guerra de Troya.
Toda guerra demanda inteligencia, Atenea la desarrolló en el “nous”, pensamiento o razón, dada su capacidad de organizar un mundo abstracto, estático, Aristóteles hace sus interpretaciones como sustancia fundamental que llegó a la cultura occidental como comprensión de inteligencia e intelecto. Atenea desarrolla orgullo frente a la competencia, despliega también, una inteligencia práctica o “metis”, era capitana del hilado y el tejido, de oficios, desarrolló inteligencia práctica, de tipo politécnica, domadora de caballos, dominó el arte de la navegación, activa y colaborativa aportó técnicas para la construcción lo mismo que para guiar un navío. Con original pedagogía enseñó a héroes cómo resolver pruebas; pese a su temperamento irascible, dice Powell (2004), “simboliza procesos racionales y de la aplicación de conocimientos técnicos para ejercer control sobre el entorno y los efectos arbitrarios de las fuerzas naturales, a su vez representadas y simbolizadas por otras deidades y seres míticos”.
Mucho debemos aprender de historia y experiencia para hacer política, los gobernados, el arte de dar la razón al que la tiene y condenar al que miente, la simulación. Atenea, es honrada con el nombre de su ciudad natal Atenas, merced a sus atributos. Requerimos políticos que sean referentes del arte de gobernar, que sepan orientar, que sepan distinguir, saber qué hacer, además cómo lograrlo; conquistar el atributo de crear armonía en la selección y monitoreo de las estrategias para resolver problemas; con capacidad de vigilar; habilidad de criticar sus propios pensamientos y acciones. Capacidades y destrezas que mucho hacen falta hoy en el tiempo mexicano. Abrevar de Atenea aptitudes como comprensión y fluidez verbal, comprender el factor numérico, desarrollar una aptitud espacial, procesar intelectualmente la rapidez perceptiva y el razonamiento inductivo.
La política enseña que inteligencia y cultura no tienen una cartografía rígida, indefinida, alejada y fría del quehacer humano. Igual que Atenea deberán sintetizar y dar razón a la fuerza bruta y al valor personal de buenos y malos. La política es diosa de la Razón, preside artes y literatura, abierta al mundo de la filosofía, de la música, de la poesía, guía de mujeres y hombres del trabajo y producción, es crisol de la actividad inteligente. Atenea es prueba de ello, fue elegida como protectora y patrona de las ciudades, en Troya fue honrada con un culto especial considerado como garantía de perennidad de la población. De la pelea entre Poseidón y Atenea resulta una lección esencial para la política, sobre todo hoy que se debate entre la falacia y la atracción mediática de la frase “cabeza de nota”, que da cuenta a quién loan o a quién maldicen.
¿Quién merecía ser patrón de la ciudad griega más próspera? Poseidón afirmó que la ciudad se beneficiaría más de él que Atenea y para probarlo, golpeó su tridente en una roca, creando una corriente de agua de mar que brotó en el Templo de Erecteón en el lado norte de la Acrópolis. A pesar de su inteligencia, Atenea no hizo nada espectacular: simplemente plantó un olivo. Sin embargo, el primer rey de Atenas, Cecrops – que fue el juez del concurso – se dio cuenta de que el olivo era mucho más beneficioso, ya que le dio a los atenienses fruta, aceite y madera. (https://mitologiagriega.info/atenea/)
Atenea está presente en muchos mitos, que son pedagogía. Conviene que los nuevos profetas de la política sean “Tiresias”, el adivino y profeta ciego de la ciudad de Tebas, vio a Atenea bañarse y su belleza lo cegó. La historia tiene calidad política, gracias a este hecho, Atenea decidió desagraviarlo permitiéndole escuchar a las aves, mismas que traían profecías y les contaban el futuro. La responsabilidad de gobernantes es como Tiresias, deben saber escuchar el canto de las aves y construir borradores y proyectos de futuro.