La pulsera Fitbit –un dispositivo que monitorea actividad física– registró el asesinato de su propietaria y la información que recopiló fue utilizada por las autoridades de San José, California, para acusar a un hombre del crimen.
Según el Departamento de Policía de San José, Karen Navarra, de 67 años, fue encontrada con lesiones fatales en la cabeza y el cuello el 13 de septiembre. La investigación de las autoridades llevó al arresto de Anthony Aiello, su padrastro, de 90 años.
Anthony Aiello había declarado que fue a la casa de su hijastra y le llevó pizza y bizcochos. Contó que luego Navarra lo acompañó a la puerta y le entregó dos rosas en agradecimiento y se fue 15 minutos después de llegar.
Sin embargo, los datos de Fitbit proporcionados por los investigadores mostraron que el ritmo cardíaco de Karen había aumentado significativamente alrededor de las 3:20 p.m. el 8 de septiembre, cuando el señor Aiello estaba allí, reportó The New York Times.
Luego, señala el medio citando un reporte oficial, registró que su ritmo cardíaco disminuyó rápidamente y se detenía a las 3:28 p.m., unos cinco minutos antes de que el señor Aiello saliera de la casa.
“Desde las grabaciones de seguridad de timbre hasta Fitbit, la tecnología diseñada para resolver algunos de los problemas de la vida está resolviendo delitos graves”, dijo al Times Jeff Rosen, el fiscal de distrito del condado de Santa Clara.
Los datos de dispositivos portátiles y dispositivos domésticos inteligentes están demostrando ser cada vez más importantes para los investigadores cuando intentan resolver delitos que carecen de testigos confiables.
Fitbit entregó los datos de su usuario sin problemas, reportó The Verge. La política de privacidad de la compañía dice explícitamente que utiliza los datos que recopila “para promover la seguridad y protección de […] nuestros usuarios y otras partes”. Dice que “puede usar la información para […] responder a una solicitud legal”.