Brasil ha sido el destino de miles de migrantes que huyen de la crisis en Venezuela. Y para cientos de mujeres venezolanas embarazadas es un país en el que se puede dar a luz con la confianza de que habrá cuidados prenatales, medicina y pañales para los recién nacidos.
En el hospital materno de Boa Vista en el estado de Roraima –donde hubo enfrentamientos el fin– han nacido 571 bebés venezolanos en lo que va del 2018, según información del departamento de salud local obtenida por Reuters. Esta cifra supera a los 566 registrados en 2017 y casi duplica a los 288 del 2016. En 2015 no hubo partos de venezolanas en el lugar, de acuerdo con la autoridad.
Daniela Souza, coordinadora de seguridad sanitaria de Roraima, dijo al medio que el estado tiene solo un hospital de maternidad y que está al punto del límite, con pacientes durmiendo en catres en los pasillos.
“Mi bebé estaría muerto si me hubiera quedado. No había comida, medicina ni doctores”, comentó a Reuters María Teresa López, una mujer que tuvo una cesárea en el hospital maternal.
La gobernadora de Roraima, Suely Campos, solicitó a la Corte Suprema de Brasil que cierre la frontera para poder enfrentar la crisis migratoria, una petición que fue rechazada por el gobierno federal por razones humanitarias.
En cambio, la presidencia anunció que más de 1,000 venezolanos que permanecen en el estado fronterizo de Roraima serán distribuidos a otras ciudades del país, tras las tensiones migratorias vividas el fin de semana en la localidad de Pacaraima, en donde pobladores quemaron tiendas de campaña y objetos personales de migrantes venezolanos.
En declaraciones a la prensa desde Boa Vista, capital de ese estado amazónico, Viviane Esse, representante del ministerio de la Presidencia, explicó que el “proceso de interiorización” de los migrantes venezolanos iniciará a finales de agosto, sin precisar las ciudades de destino.