La posibilidad de acceder a una vivienda se ha vuelto cada vez
más inaccesible y en el caso de las mujeres no existe un programa específico a
través del cual ellas tengan facilidades adecuadas a sus necesidades, dijo en
entrevista Belem Hernández González, directora del Observatorio Ciudadano para
el Seguimiento y Avance de la Nueva Agenda Urbana.
“No hay ningún programa que vaya dirigido a las mujeres, hay
programas que dicen acceso a la vivienda para grupos vulnerables, grupos de la
tercera edad, hombres y mujeres de escasos recursos, pero están muy
sectorizados a las familias integradas y dejan desprotegidas por ejemplo a las
mujeres jefas de familia”.
Según información publicada a nivel nacional por la Comisión
Nacional de Vivienda (CONAVI) -con datos de las instituciones financieras-
Aguascalientes está dentro de los estados que otorgan porcentajes muy bajos de
créditos de vivienda a mujeres, porcentaje que asciende al 38%, cifra que
Hernández González calificó de superior a lo que en realidad debe estar
sucediendo en el estado.
Para facilitar la vivienda a las
mujeres -principalmente a las jefas de familia- tendría que empezarse de cero
generando bases de datos para conocer las necesidades reales de este sector de
la población, que en un lugar como Aguascalientes, sigue siendo quienes se
encargan del cuidado de la familia, explicó.
“No existe una estrategia para
planear junto con la comunidad, no se hacen talleres participativos para ver
cuáles son las necesidades específicas de las personas dentro de sus barrios
(…). No existe la cultura de crear el ordenamiento del territorio junto con
la voz de la comunidad y mucho menos de las mujeres”.
Desde la perspectiva del
Observatorio existe un rezago del tema de género vinculado a la vivienda,
porque no se contempla la cobertura de necesidades diferenciadas.
Para Belem Hernández, el tema de la vivienda pasó de ser un
derecho humano por el que se instrumenta una política social, a una mercancía
que cada vez es más costosa.
“Cada vez está más al alza comprar una vivienda, las rentas
están en las nubes y lo que está ocasionando toda esta alza de precios en las
viviendas es el espacio público segregado creando concentraciones de ricos en
ciertas áreas de la ciudad, apartados de la gente con vulnerabilidad
económica”.
Además, las viviendas que son
accesibles vía crédito, principalmente del gobierno, están ubicadas
generalmente en zonas donde las condiciones de seguridad, servicios y ubicación
no son las mejores.
Hernández González consideró que
al restringir el acceso a una casa no se está considerando la imposibilidad de
tener certeza sobre otros derechos humanos como la educación, la salud, y el
empleo.
“Porque si las viviendas están
mal ubicadas, mal localizadas, los traslados van a ser más complicados o más
difícil de llegar a esos servicios”.
Para
el Observatorio- recién conformado- uno de los retos es hacer entender a las
instancias vinculadas con el tema de vivienda lo indispensable que es planear
políticas públicas de manera heterogénea (mezcla entre grupos sociales) para
tener espacios más seguros.