Ante las sanciones internacionales, una compañía comercial norcoreana se reinventa para sobrevivir: tras exportar mariscos y después mineral de hierro, ahora vende raíces medicinales en China y camufla con ardides la propiedad de su barco para escapar a los controles.
Shinhung Trading Company es una de las numerosas firmas comerciales norcoreanas que según los expertos aporta importantes ingresos a los ministerios que controlan y financian las ambiciones balísticas y nucleares de Pyongyang. Según un estudio del ministerio surcoreano de Reunificación, está controlada por el ministerio de Seguridad del Estado norcoreano.
Ha ido diversificando sus actividades a medida que el mercado chino le abría nuevas posibilidades. Pero el endurecimiento de las sanciones de la ONU contra Pyongyang daña sus negocios: el Consejo de Seguridad prohibió comprar carbón, minerales y productos del mar a Corea del Norte.
China, que absorbe el 90 por ciento del comercio norcoreano, asegura aplicar estrictamente estas sanciones.
Así que Shinhung se reinventó urgentemente: en su estand en una reciente feria comercial en Jinan (este de China) dos norcoreanas, vestidas con trajes tradicionales violetas, promocionaban especialidades de la medicina ancestral coreana.
Entre ellas, una raíz especial de ginseng, que se vende por el equivalente a 50 dólares o 42 euros y aseguran que puede “curar todos los tipos de cáncer”.
“Vendemos también un licor de hueso de tigre, uno de nuestros principales productos de origen animal”, afirma una de las dos comerciales, que no quiere dar su nombre.
¿Desde cuándo exporta Shinhung estos artículos? “Es nuestro pequeño secreto”, dice sonriendo.
El dorado chino
“A principio de los años 2000, producía ordenadores (pero) ha tocado todos los sectores, pesca, productos alimentarios…”, explica Ken Gause, experto del gabinete estadounidense CNA Research. “Shinhung se ha reinventado muchas veces, como la mayoría de empresas comerciales” de Corea del Norte.
Hace una década, Shinhung exportaba principalmente “crustáceos, cangrejos y pescado”, según una web comercial oficial norcoreana.
Después, abrió oficinas en China, en la ciudad fronteriza de Dandong y el puerto de Dalian, antes de ampliar su oferta respondiendo a la demanda china de materias primas.
En 2014, Shinhung vendió unas 210,000 toneladas de mineral de hierro a una filial del gigante ferroviario China Railway Corp., según la administración de ferrocarriles.
Sin embargo, las importaciones cesaron completamente tras la adopción de sanciones por Naciones Unidas en agosto pasado, afirmó a la AFP Jian Juncai, alto responsable de esta filial china, Tumen Xinhuan Goods Trading Company.
Y las oficinas de Shinhung en China desaparecieron del registro nacional de empresas.
Camuflaje marítimo
En 2008 y 2009, Shinhung recurrió a un transportista chino para comprar cosméticos de alta gama en Japón por 100,000 dólares y llevarlos a Corea del Norte pasando por el puerto chino de Dalian, según investigadores de la ONU.
Dalian es un puerto que visita con frecuencia el “Hae Bang San”, un viejo carguero de 73 metros de eslora vinculado a Shinhung y que ha cambiado de nombre y pabellón al menos media docena de veces en diez años, según la base de datos de la web especializada NK News.
Una empresa con sede en Dalian y controlada por SDIC Group, el mayor grupo de inversiones estatal chino, utilizó este buque para transporte hasta 2013, en una época en que se llamaba “Moon Lake”.
El barco fue registrado después a nombre del grupo Hong Kong Complant International Transportation, pero sin que este lo supiera, según el presidente de esta empresa, Wang Junliang, que denuncia una usurpación “por los norcoreanos”.
“Utilizaron nuestro nombre ilegalmente”, asegura Wang a la AFP. “Intentamos contactar con los norcoreanos desde hace meses, pero no es fácil encontrarlos y menos aún presionarlos”.
Según varios expertos, la inmatriculación falaciosa del navío podría haber permitido a Shinhung importar a Corea del Norte productos afectados por el embargo de la ONU.
En apariencia “se está tratando con un tercero y no directamente con Pyongyang”, explica Robert Huish, profesor del universidad canadiense de Dalhousie. “Es por lo tanto más difícil seguirle el rastro e identificar violaciones de sanciones”.
Wang afirma haber explicado la situación a las autoridades de Hong Kong, que abrieron una investigación. En agosto, estas obtuvieron documentos norcoreanos -que pudo consultar la AFP- según los cuales el barco volvió a registrarse bajo un nuevo nombre.
Aparece como nueva propietaria una empresa llamada… “Shinhung Trading Co 3”. El buque navegó de China a Corea del Norte a finales de agosto y desde entonces no actualizó su posición.