Se conocieron jugando tenis. Los entonces universitarios eran jóvenes y atléticos. Su gusto por este deporte derivó en un romance y, posteriormente, en un matrimonio y tres hijas. Las profesiones de la licenciada en informática y el ingeniero en electrónica les hicieron compartir más cosas en común, como pasar horas sentados detrás de una computadora con poca o casi nula actividad física. Al paso de los años, la mala alimentación y el sedentarismo contribuyeron a que esta pareja se sumara a las filas del 70 por ciento de la población mexicana que, en la actualidad, padece sobrepeso.
Sin embargo, luego de 21 años de casados, Marta Rosa Cordero López y Marco Antonio Dorantes González han ideado un proyecto para tratar de combatir estos males de México y varias zonas del mundo. Por medio de un teléfono inteligente y el simple toque de los dedos, se aprestan a combatir el sobrepeso.
La arena está dispuesta, la campana ya sonó. Los luchadores son Marta Rosa y Marco Antonio, profesores de la Escuela Superior de Cómputo (Escom) del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Colegas, esposos, padres, maestros. Su rival no es fácil de vencer, pues tiene amplias capacidades para provocar diabetes, hipertensión, problemas de colesterol y triglicéridos. Más aún, algunos aseguran que este enemigo tiene de su lado a altos mandos políticos y empresas poderosas, fabricantes de altas dosis de azúcar y kilocalorías que inyectan a diario en millones de mexicanos de todas las edades. La batalla de Marta y Marco pareciera, de antemano, perdida. Pero vale la pena darla.
La principal motivación surge de ellos mismos. “Empezando por mí —explica la profesora Cordero—: yo soy obesa. Es algo que hemos estado buscando, soluciones a problemas que están aquejando a nuestro país hoy. El porcentaje de niños con obesidad es muy alto, las cifras son fuertes y en adultos pues ni se diga”. Así explica la académica de dónde surgió la idea de crear Fightxercise —una aplicación para Android desarrollada por ella, su esposo y dos egresados de la Escom, Diego Alberto Tovar Razo y Raúl Vera Ortega, presidente del club de videojuegos.
Podría parecer una plataforma de peleas como cualquier otra. Una nueva versión del género popularizado por Karate Champ en 1984, donde dos contendientes se enfrentan con patadas, puños y otras habilidades hasta que la barra de energía del otro se agota —franquicias como Street Fighter y Mortal Kombat lo mantienen vigente hasta la fecha en las consolas más modernas. Fightxercise es, en esencia, similar: uno elige a su personaje, la ropa y armas que puede tener y luego el escenario donde luchará contra su contrincante. La gran diferencia es que la aplicación reacciona al cuerpo de quien lo juega. Si el usuario sube de peso o consume comida chatarra, las habilidades de su personaje mermarán. Y viceversa, si hace ejercicio y mejora su condición, será más ágil, sus golpes provocarán más daño y tendrá más posibilidades de ganar. Sus “poderes” y hasta la talla de la ropa que puede usar dependerán de su condición de salud real.
“Siempre es bueno aprender algo jugando. Hemos tratado de seguir este enfoque en cada uno de nuestros proyectos”.
Ahora bien, si muchos consideran que los videojuegos contribuyen a fomentar una vida sedentaria, los de pelea están mucho más satanizados pues, se argumenta, incitan a la violencia. Al respecto, el ingeniero Dorantes comenta:
“A los niños les atraen mucho las luchas, queremos llegar a ese público, a que la gente se interese más. Desgraciadamente sí es un poco agresivo, pero el interés va hacia otro punto: tengo que llegarles por algún lado”, justifica. En su opinión, los videojuegos son atractivos, los celulares son atractivos, pero hay que utilizarlos para algo que tenga un beneficio para la sociedad. Esta es la regla que siguen en todas las tesis que asesoran estos profesores en Escom. “Siempre es bueno aprender algo jugando. Hemos tratado de seguir este enfoque en cada uno de nuestros proyectos”, agrega el académico del IPN.
Fightxercise no es solo el resultado de una larga carrera de tratar de hacer de los videojuegos algo más. El dúo Cordero-Dorantes contribuyó a crear una serie de juegos inspirados en culturas prehispánicas, tales como “Aztlán: Un mundo persistente en línea” o “Pok-ta-pok”, que toma como base el juego de pelota maya. También crearon un sistema de difusión cultural interactivo y, en 2010, un juego llamado “Héroes de la Independencia”, para celebrar el bicentenario de esta y con el fin de difundir datos históricos de México, pero de una forma divertida y atractiva.
El proceso creativo sigue esta ruta: los estudiantes Diego Alberto y Raúl los buscan, y juntos se sientan a intercambiar ideas, siempre sustentadas en datos estadísticos. Luego arriban a la gran pregunta: ¿cómo afecta esta problemática a México? No es de sorprender que, en el caso de Fightxercise, la obesidad fue la respuesta contundente. “México a escala mundial ocupa el segundo lugar en obesidad en la población general (solo por debajo de Estados Unidos). Aproximadamente 70 por ciento sufre algún problema de sobrepeso, y 17 por ciento tiene un problema de obesidad grave”, explica el Dr. Gilberto Romero, especialista en cirugía bariátrica y endoscópica. “Ocupamos el primer lugar en obesidad infantil a escala mundial”.
El hecho de que ha habido un cambio muy dramático en la forma de comer de los mexicanos es nodal. “La obesidad se debe a varios factores, en general se considera que es un factor genético muy importante. Sin embargo —matiza el Dr. Romero—, antes de este factor genético se ve que es una pérdida del balance entre la cantidad de energía que consumimos y la que gastamos”. Gran parte del problema, asegura el médico, tiene que ver con productos como los refrescos, que son fáciles de adquirir y nos dan una dosis grande de energía por muy poco dinero. Además, agrega, “tenemos un ritmo de vida muy acelerado. Los trabajos están muy lejos, la cantidad de tiempo que hay que invertir para llegar al trabajo es mucha. La cantidad de tiempo que se está en el trabajo es mucha. La disponibilidad de alimentos sanos en el trabajo es poca. La mayoría de los trabajos son sedentarios. Al tener una hora para poder comer, pues prefieres un alimento hipercalórico, que te dé mucha energía en poco tiempo, más que optar por un alimento de real calidad”.
“La disponibilidad de alimentos sanos en el trabajo es poca”, explica Gilberto Romero, especialista en cirugía bariátrica y endoscópica”. FOTO: ANTONIO CRUZ /NW NOTICIAS.
JUEGOS EN MOVIMIENTO
Fightxercise funciona con un dispositivo vestible en forma de pulsera. Sirve para medir las características físicas del usuario y brindar datos como la cantidad de pasos o ejercicio que debería hacer para mejorar. El celular debe ser Android y contar con acelerómetro y giroscopio. Con estos requerimientos, estás listo para dar la batalla. Este videojuego supone un gran avance en este tipo de tecnologías, ya que necesita un jugador activo que no esté sentado con un control en las manos. Se requiere que esté de pie, que baile, que se mueva e incluso que salga a caminar por las calles. Nintendo lanzó su Wii, X-Box su Kinect y en celulares se volvió popular Pokemon GO, cuyas comparaciones con Fightxercise son inevitables, comentan los maestros de la Escom, aunque aseguran que ellos comenzaron a desarrollar su idea mucho tiempo antes.
“También hemos hecho otras aplicaciones para Kinect —precisa Cordero—, un sistema para cirugías. Fue un poquito complicado por la cuestión de la precisión y tuvimos que hacer un mecanismo más complejo para hacer una cirugía de corazón abierto. Ese creció a un proyecto de neurocirugía. Servía para entrenar a los estudiantes de cirugía”. “La tendencia va hacia allá, hacia moverse. Y sí se logra, yo jugué tenis en mi juventud y con el Wii es el mismo golpe, el mismo efecto, y se ve reflejado en el cuerpo. La intención es esa, que tenga un realismo tan alto que efectivamente te motive a hacerlo sin tener que tener ese espacio”.
Si no se crea desde ya esta conciencia en la infancia, a los niños de hoy les aguarda un futuro sombrío de adultos. Además de la hipertensión, pueden desarrollar enfermedades del corazón; problemas respiratorios, en las articulaciones y diabetes, lo que, en palabras del Dr. Gilberto Romero, supone “una muerte lenta si no se controla”. Una muerte a la que estamos condenados de antemano por el solo hecho de nacer en Latinoamérica. “Por ser latinos tenemos una carga genética muy importante para desarrollar diabetes, tengas o no familiares con diabetes”, refiere el médico. Esto, aunado al optar por alimentos más baratos y nada saludables, más los múltiples trabajos que requieren de muy poca actividad física, conforma “una combinación mortífera”.
El doctor Romero va más allá. Para él este problema atañe a poderosos intereses políticos e industriales. “Los medios masivos de comunicación pueden tener un alcance impresionante y pueden hacer cambios radicales en la forma de vivir de las personas. Si realmente el gobierno o las industrias lo quisieran, esto podría cambiar. Pero obviamente hay un interés muy grande entre las industrias y el gobierno porque prácticamente son los mismos. ‘Yo soy diputado y soy el CEO de Quaker y me vale si Quaker baja las kilocalorías en sus granos o si sus barritas son mucho más nutritivas, yo lo que quiero es vender y si aquí lo que vende es el azúcar, pónganle azúcar’. Es una cuestión de política e industria que va más allá de nuestras manos”, se lamenta.
Luego de 21 años de casados, Marta Rosa Cordero y Marco Antonio Dorantes han ideado un proyecto para combatir la obesidad y el sobrepeso. FOTO: ANTONIO CRUZ /NW NOTICIAS.
NUEVOS HÁBITOS
En la película animada de Pixar WALL-E (2008), el futuro es poco optimista para la humanidad. Es el año 2805 y los gordos humanos viven sin la necesidad de moverse, pues diversos dispositivos los llevan flotando adonde quieran y con una pantalla frente a sus caras pueden satisfacer todas sus necesidades. ¿Qué tan diferente pinta el futuro en la vida real?
“La tecnología, así como tiene su lado macabro, también tiene su lado muy positivo”, matiza el doctor Romero. “Si tú te pones a buscar en el celular aplicaciones para hacer ejercicio, hay un montón; y para actividad física, hay muchísimas. Lo que pasa es que nos estamos enfocando en la parte más fácil, quedarnos sentados y tener todo al alcance de la mano. Depende mucho de cada quien, depende de lo que busques. La tecnología puede ser muy buena para muchas cosas y puede ser muy mala para otras”.
Para él, todo pasa por una cuestión llamada educación. Pero educar no es tarea sencilla, sobre todo en un país donde siete de cada diez personas tienen sobrepeso u obesidad. El médico indica que, además, muchas que tienen estos padecimientos no consideran que estén mal, y solo perciben que hay poca gente flaca en su entorno.
“La juventud (divino tesoro), comes mucho y no engordas, pasa el tiempo y vives una vida sedentaria, engordas y ya”. No te percatas de que tu salud, añade la profesora Cordero, está mermando. Lo vives con cierta resignación. Pero —considera— si hacemos hábitos haciendo cosas divertidas en la vida cotidiana, “ni cuenta te das y estás avanzando”. En breve estarás motivado porque de inmediato obtendrás resultados diferentes. Encender tu celular podrá servir para mucho más que visitar tus redes sociales y sentirte frustrado de cómo lucen varios amigos en pleno verano.
Y algo más: la edad no importa. “Aunque seamos de mayor edad, tenemos que meternos en ese mundo, que tiene todo, y si no, no estás al tanto. Si además vas a apoyarte para resolver alguna problemática que traes en tu vida, como, por ejemplo, ‘no me había dado cuenta de que hoy comí tantas calorías’, pues las contabilizas. Tu agenda, tu tiempo, tu espacio, tus ejercicios, hoy un smartphone es casi el reemplazo de traer tu computadora contigo”, opina Marta quien, junto a su esposo Marco, encuentra en sus tres hijas, de 19, 15 y ocho años, la principal inspiración. Al irlas viendo crecer, ambos comprenden a cabalidad la importancia de forjar hábitos positivos. “Si desde niño le enseñas un hábito de lavarse los dientes, toda su vida se va a lavar los dientes. Si se crea una conciencia desde pequeño, la va a seguir haciendo. Si desde niño le enseñas a comer sano, seguirá comiendo sano”, asegura Marco.
Los niños hoy ya no salen a jugar. ¿Para qué? Tienen internet, una computadora, su teléfono inteligente. Hoy Fightxercise les ofrece una nueva opción que redundará en un bienestar físico. Este videojuego se puede descargar gratis en su versión prototipo. A la fecha aún se encuentra en su fase de maduración, lo que supone que podrá ir mejorando en muchos aspectos. Medir el rendimiento físico del usuario en tiempo real, el pulso y ritmo del corazón al momento de hacer ejercicio podrían agregarse con el tiempo y trabajo de futuros estudiantes de Escom. La idea está ahí, ahora es misión de los maestros que idearon esta aplicación que no se quede como una simple tesis más.
Si bien su trabajo tiende a que su vida sea sedentaria, y que engrosen las filas de esos males que aquejan a México, los maestros Marta Rosa Cordero López y Marco Antonio Dorantes González han encontraron en sus aulas, con sus alumnos, herramientas para comenzar un cambio. Donde la tecnología deja de ser un aliado del sobrepeso y la obesidad y, por el contrario, puede volverse una útil herramienta para combatir a estos terribles enemigos. “Ayudar por ayudar es algo superpadre. Poder ayudar a personas, llegar a ellas a través de algo que les resulte atractivo. En el ámbito de la salud, educativo… Si de todas formas voy a hacer un proyecto, si de todas formas van a hacer ellos una tesis, pues que sea algo que sirva, algo de utilidad en el contexto que lo hagan”, comenta la profesora Cordero. Al respecto, el ingeniero Dorantes —su esposo y colega en esta nueva aventura— remata: “Ocupar la tecnología para resolver un problema está bien, pero para resolver un problema social, particularmente de nuestro país, es mucho mejor”.