Los implantes mamarios podrían entorpecer la capacidad de los médicos para detectar infartos cardiacos, informa una nueva investigación presentada en EHRA EUROPACE – CARDIOSTIM, convención y exposición comercial médica celebrada en Viena, este miércoles. Un equipo de cardiólogos monegascos presentó el estudio, el cual vinculó los implantes mamarios con lecturas electrocardiográficas anormales, comúnmente denominadas pruebas ECG.
Los médicos utilizan las pruebas ECG para identificar infartos cardiacos mediante electrodos que registran el ritmo y la actividad eléctrica del corazón. Esos registros detectan señales que pueden indicar un infarto cardiaco, como la depresión del segmento ST, que puede ocurrir cuando hay una inversión anormal de la onda T.
No obstante, después de revisar los ECG de 28 mujeres sanas que se habían sometido a un aumento de senos, y 20 mujeres sanas de la misma edad con senos naturales, los médicos descubrieron que la detección de infartos cardiacos en mujeres con implantes mamarios resultaba menos precisa que el análisis de pruebas ECG de mujeres que no tenían dichos implantes.
Para la investigación, todas las mujeres se sometieron a dos ECG que corrieron a cargo de dos electrofisiólogos, ninguno de los cuales fue informado sobre cuál de las participantes tenía implantes mamarios. Un electrofisiólogo clasificó como anormales hasta 38 por ciento de los ECG, mientras que el otro dictaminó que 57 por ciento de las pruebas ECG eran anormales. En ambos casos, las lecturas falsas pertenecían a mujeres con implantes mamarios.
El doctor Sok-Sithikun Bun, cardiólogo del Hospital Princesa Grace, en Mónaco y autor principal del estudio, dijo que las pruebas ECG anormales de las mujeres con implantes mamarios podrían ser resultado de la incapacidad de que un ultrasonido penetre el implante, lo cual causaría que los médicos pasen por alto las señales precisas de un infarto cardiaco.
“La inversión de la onda T es un signo inespecífico, pero puede indicar la presencia de enfermedad arterial coronaria, en tanto que la depresión ST indica que un paciente podría tener un infarto cardiaco”, dijo Bun. “Los médicos podrían concluir, erróneamente, que una paciente con implantes mamarios tiene una manifestación de enfermedad coronaria si creen los hallazgos falsos de un ECG. Una explicación posible es que los implantes podrían ser una barrera que interrumpe la transmisión de la actividad eléctrica entre el corazón y el electrodo”.
Bun agregó que todas las mujeres deben alertar a sus médicos sobre sus implantes mamarios antes de hacerse un ECG para prevenir el riesgo de un resultado alterado.
En 2011, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) vinculó los implantes mamarios con el linfoma anaplásico de células grandes (ALCL, por sus siglas internacionales en inglés), una forma rara de cáncer que afecta al sistema inmunológico. La FDA dijo que las mujeres con implantes mamarios tienen el riesgo más alto de desarrollar esta enfermedad, después que nueve pacientes con implantes mamarios murieron a resultas de ALCL.
En febrero de 2017, la FDA anunció que había recibido 359 informes de posibles casos de cáncer relacionados con implantes mamarios. Sin embargo, la dependencia gubernamental añadió que era difícil determinar la cifra exacta de casos debido a “la limitación significativa de notificaciones en la escala mundial, y a la escasez de datos sobre la venta de implantes a nivel mundial”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek