EE UU redobla los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur, y el Presidente Donald Trump ha declarado que las amenazas podrían llevar a un “conflicto grande, grande”. Los sudcoreanos han elegido un nuevo presidente quien podría estar abierto a conversaciones con Corea del Norte.
Acudimos a uno de nuestros expertos, el profesor Ji-Young Lee, para que nos ayude a entender esa parte del mundo.
He aquí cuatro cosas a saber.
¿Por qué hay una Corea del Norte y una del Sur?
Antes de que hubiera una Corea del Sur y una del Norte, la península fue gobernada como una dinastía conocida como Joseon, la cual existió por más de cinco siglos, hasta 1910. Este período, durante el cual una Corea independiente tenía relaciones con China y Japón, terminó con la anexión de la península por el Japón imperial. El gobierno colonial de Japón duró 35 años.
Cuando Japón se rindió a los Aliados en 1945, la península coreana fue dividida en dos zonas de ocupación: la Corea del Sur controlada por EE UU y la Corea del Norte controlada por los soviéticos. En medio de las crecientes tensiones de la Guerra Fría entre Moscú y Washington, en 1948, se establecieron dos gobiernos separados en Pyongyang y Seúl. Kim Il Sung, líder de Corea del Norte, era un ex guerrillero quien combatió bajo las órdenes de chinos y rusos. Syngman Rhee, un anticomunista acérrimo y educado en la Universidad de Princeton, se convirtió en el primer líder de Corea del Sur.
En un intento de unificar a la península coreana bajo su régimen comunista, Kim Il Sung invadió Corea del Sur en junio de 1950 con ayuda soviética. Esto llevó a Corea del Sur y Estados Unidos, apoyados por Naciones Unidas, a combatir contra las recién fundadas República Popular de China y Corea del Norte. Un acuerdo de armisticio acabó con las hostilidades en la Guerra de Corea en 1953. Sin embargo, técnicamente hablando, las dos Coreas siguen en guerra.
Más allá de la división política, ¿los coreanos del norte y el sur son tan diferentes culturalmente hablando? Si es así, ¿cómo?
Los coreanos del sur y el norte han llevado vidas separadas por casi 70 años. Sin embargo, la historia coreana y una memoria colectiva de tener un estado unificado e independiente por más de un milenio son un recordatorio poderoso para los coreanos de que tienen una identidad, una cultura y un idioma compartidos.
Por ejemplo, en ambas Coreas la historia de haber resistido al colonialismo japonés es una fuente importante de nacionalismo. Los estudiantes norcoreanos y sudcoreanos aprenden sobre el Movimiento de Independencia Primero de Marzo de 1919 en la escuela.
También considérese el lenguaje coreano. Alrededor de 54 por ciento de los desertores norcoreanos en Corea del Sur dice que no ha tenido gran dificultad para entender el coreano usado en Corea del Sur. Solo 1 por ciento respondió que no podía entenderlo en absoluto.
Sin embargo, las políticas divergentes de la Corea del Norte y la del Sur han generado diferencias en cómo ven la vida y el mundo los coreanos desde la división. La democracia vibrante de Corea del Sur es resultado de los movimientos masivos de estudiantes, intelectuales y ciudadanos de clase media. En Corea del Norte, la propaganda estatal y la ideología del Juche, o “dependencia en uno mismo”, se usaron para consolidar el dominio unipersonal de la familia Kim, a la par que reproducía cierta forma de pensamiento diseñada para ayudar al régimen a sobrevivir.
¿Qué hemos aprendido de los desertores norcoreanos quienes se establecieron en Corea del Sur?
Para septiembre de 2016, se calculaba que 29,830 desertores norcoreanos viven en Corea del Sur. De ellos, hemos aprendido los detalles de la vida cotidiana de la gente en una de las sociedades más cerradas del mundo. Por ejemplo, a pesar de las medidas severas, más norcoreanos ven ahora los dramas televisivos sudcoreanos.
En Corea del Norte, la represión, la vigilancia y el castigo son características generalizadas de la vida social. El estado depende tremendamente de la coerción y el terror como medios para sostener al régimen.
Aun así, no todos los norcoreanos están interesados en desertar. Según la antropóloga Sandra Fahy, sus entrevistados dijeron que dejaron Corea del Norte a regañadientes, motivados principalmente por el hambre y razones económicas, en vez de razones políticas. Una mayoría de ellos extrañaba su hogar en Corea del Norte.
Sin embargo, Thae Yong-ho, un ex diplomático norcoreano quien desertó a Corea del Sur en 2016, cree que la Corea del Norte de Kim Jong-un podría enfrentar una revuelta popular o una defección de la elite ya que los norcoreanos se han desilusionado cada vez más con el régimen.
¿Cuál es la historia de las relaciones de EE UU con Corea del Sur, y cómo se encuentran ahora?
El propósito de la alianza entre EE UU y Corea del Sur ha cambiado poco desde su formación en 1953. Esto tiene mucho que ver con las continuas amenazas de Corea del Norte.
Sin embargo, a pesar de las diferencias en su enfoque con respecto a Corea del Norte, el Presidente George W. Bush y el presidente sudcoreano Roh Moo-hyun dieron un paso importante para transformar la alianza de la Guerra Fría en una “alianza estratégica completa”. Con el Presidente Barack Obama y los presidentes sudcoreanos Lee Myung-bak y Park Geun-hye, muchos creían que la alianza entre EE UU y Corea del Sur estaba en su mejor momento. Bajo su dirigencia, Washington y Seúl acordaron ampliar el alcance de la alianza para cubrir amenazas no tradicionales, como el terrorismo y la proliferación de armas de destrucción masiva, y otros desafíos mundiales como la piratería y las enfermedades epidémicas, a la par que se coordinaban y mantenían firmes contra las provocaciones de Corea del Norte.
Ahora, con Moon Jae-in y Donald Trump como nuevos presidentes de Corea del Sur y Estados Unidos, hay un mayor grado de incertidumbre. Entre otras cosas, Trump criticó el Tratado de Libre Comercio entre EE UU y Corea, a la par que insistía en que Seúl pagase por el THAAD, un sistema de defensa con misiles que EE UU desplegó en Corea del Sur. Moon, cuyos padres huyeron de Corea del Norte durante la Guerra de Corea, posiblemente ponga la reconciliación entre las Coreas como una de sus prioridades principales. Esto podría chocar con el enfoque actual estadounidense de imponer sanciones contra Corea del Norte.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.
Nota del editor de The Conversation: Corea del Norte recientemente probó un misil balístico que cayó en el mar entre Corea del Norte y Japón. Los líderes norcoreanos afirman tener armas nucleares potenciales que podrían alcanzar EE UU, aun cuando otras pruebas recientes de misiles ponen en duda esas aseveraciones.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek