La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido por unanimidad aumentar el objetivo de su tasa de interés referencial en 25 puntos base para ubicarla a un nivel de 6.75 por ciento con el objeto de anclar las expectativas de inflación, la cual se aceleró en abril a un 5.82 por ciento, su nivel más alto desde mayo de 2009 el cual se encuentra fuera de la meta del banco central.
“La inflación ha mantenido desde julio de 2016 una tendencia al alza por 10 meses consecutivos. Ello, aunado a la simultaneidad y magnitud de los choques temporales en precios relativos que han surgido, hacen que el principal reto que continúe enfrentando la Junta de Gobierno sea el de evitar efectos de segundo orden sobre el proceso de formación de precios, manteniendo ancladas las expectativas de inflación de mediano y largo plazo”, ha explicado Banxico en su anuncio de política monetaria.
Desde diciembre de 2015, el Banco de México ha subido su tasa de referencia en 375 puntos base. En ese mismo periodo, la Reserva Federal de Estados Unidos lo ha hecho en sólo 75 puntos. La tasa de Banxico es una referencia para las tasas que cobran y pagan los bancos comerciales, además de ser una herramienta de la institución para estabilizar la moneda mexicana.
Banxico ha referido que la inflación general sigue mostrando una trayectoria al alza, alcanzando en abril de 2017 un nivel de 5.82 por ciento, como resultado de los incrementos que se han presentado tanto en la inflación subyacente, como en la no subyacente. Ha explicado que la política monetaria que ha implementado ha contribuido a que las expectativas de inflación de mediano y largo plazo se hayan mantenido “relativamente estables y que, hasta el momento, no se hayan presentado efectos de segundo orden en el proceso de formación de precios en la economía”.
“Se prevé que durante los próximos meses la inflación general anual continúe viéndose afectada temporalmente, en particular por el incremento en las tarifas de autotransporte y de algunos productos agropecuarios, lo que se añade a los ajustes que se deriven aún de la depreciación acumulada del tipo de cambio real, así como del impacto transitorio del incremento en los precios de los energéticos. De esta forma, se espera que durante 2017 la inflación se ubique considerablemente por encima de la cota superior del intervalo de variación del Banco de México. No obstante, se anticipa que en los últimos meses de 2017 y durante 2018 la inflación retome una trayectoria convergente al objetivo de 3 por ciento y que alcance dicho nivel al final del horizonte de pronóstico”, ha anticipado el banco central.