Tijuana vive un momento donde la demanda de espacios de oficinas y espacios corporativos es alta y la tendencia hacia la construcción de torres corporativas es cada vez más exitosa.
“La ciudad consume un edificio al año”, dice Héctor Bustamante, director de Bustamante Realty Group, un grupo que se especializa en atraer inversión inmobiliaria.
Explica que aún con la existencia de diversos inmuebles dedicados a ofrecer espacios de trabajo, todos estos ya están ocupados.
“Todos los edificios corporativos que están en Zona Río ya están llenos. Estamos en un buen momento en donde hay suficiente demanda para las oficinas”, dice el empresario.
En Zona Río, el corazón financiero de la ciudad, hay una tendencia por construir, como en todas las grandes ciudades, hacia arriba.
Esto ha influido en torres corporativas de estatus alto que ofrecen espacios con diseños arquitectónicos inigualables.
Uno de ellos es el Corporativo Central, el primer complejo de oficinas en venta en Tijuana, donde el comprador después podrá poner a la renta y con ello obtener ingresos constantes.
El diseño exclusivo de edificios corporativos tiene que ver con el cambio de la cultura laboral que permea en Tijuana y el interés de las empresas en la región para brindar un mejor espacio de trabajo y evitar la rotación de su personal.
Mientras más cómoda esté la gente, trabaja más contenta y se vuelve productiva, dice la arquitecta Dalia Chávez, académica del Instituto Tecnológico de Tijuana.
“El diseño influye en tu estado de ánimo y con ello trabajas de forma más agradable”, dice la académica.
Bustamante dice que Tijuana es una ciudad atractiva para invertir y al mismo tiempo, tierra fértil para aplicar conceptos novedosos ya probados en otros lugares.
Por eso existe un interés cada vez mayor de empresarios por invertir en desarrollos inmobiliarios y corporativos.
Motivados muchos por la tendencia, los inversionistas buscan comprar propiedades para arrendar. Solo que esta vez, la mirada también está situada en los edificios corporativos.
La opción resulta una oportunidad de negocio para los micro inversionistas, ya que se vuelven propietarios de un bien inmueble que podría resolver su futuro.
En esto coincide el doctor en economía, Ismael Plascencia López.
El académico de la Universidad Autónoma de Baja California dice que existen tres formas de obtener ingreso: sueldos y salarios por trabajar, a través de rentas por poseer bienes inmuebles y en forma de ganancias de capital por empresas.
“Históricamente el sector empresarial de Baja California le ha apostado al desarrollo inmobiliario como fuente de ingreso, aprovechando la posición geográfica privilegiada”, dice Plascencia.
Además, los empresarios que se dedican a rentar sufren menos acoso por parte de las autoridades hacendarias, en comparación con los empresarios industriales, dice el economista.
Este modelo de negocio exitoso en Monterrey, Guadalajara y la Ciudad de México, tendrá su lugar en Tijuana con Corporativo Central, un proyecto de la desarrolladora Urban Living, —con 15 años de experiencia en el gremio— y comercializada por Bustamante Realty Group.
Este proyecto que será entregado en el verano del 2018, se compone de ocho niveles de oficinas desde 62 metros cuadrados, 7 mil de área vendibles, cinco niveles de estacionamiento, seguridad las 24 horas, área de café, lobby y fibra óptica.
Héctor Bustamante dice que los complejos corporativos deben resolver dos aspectos centrales: el estatus y la comodidad.
El primero se da al mostrar una imagen fuerte, moderna y exitosa.
El segundo se logra al asegurar vías de acceso y transporte, hasta llegar a un diseño interior con iluminación, ventilación y aislamiento de ruido, además de la solución inmediata a las necesidades de toda oficina.
Una de las últimas tendencias en el trabajo fue el co-working, que como explica Bustamante, se trata de una convivencia con un ecosistema de diferentes personas que trabajan en diferentes empresas.
Pero la dinámica que propone Corporativo Central, busca resolver necesidades concretas de cada empresa, pues la torre propone un espacio privado e independiente.
Por eso Corporativo Central es “un traje a la medida”. El edificio tiene la posibilidad de modular el tamaño de sus oficinas: desde los 62 metros hasta 120, explica Bustamante.
Este proyecto es “híbrido”, porque puede cumplir con las expectativas de un ambiente corporativo para negocios tradicionales, pero también es el lugar ideal para las industrias creativas, un sector de la región que está en boga.
Lo anterior es posible gracias al diseño desarrollado por el arquitecto Rubén Lechuga.
Corporativo Central se construye entre la calle Diego Rivera y Vía Rápida en Zona Río, es decir, en el epicentro corporativo y financiero de Tijuana.
Esto brinda un inmediato acceso a las principales vialidades, al aeropuerto y a la garita internacional. Además de la cercanía con la zona hotelera y gastronómica.
“Creo que la comodidad de la ubicación es una gran ventaja que tiene este edificio. De hecho, ahorita sería el mejor ubicado con el tema internacional.” dice Bustamante.
Hasta el momento, de los ocho niveles proyectados, Corporativo Central ya tiene dos vendidos y los demás están en negociación con interesados en su compra.
El micro inversionista o pequeño empresario tiene hoy la posibilidad de invertir no solo en condominios sino también en oficinas.
“Somos la opción para aquellos que no les gusta invertir en condominio y que quieren vivir de sus rentas”, dice Bustamante.