El presidente Enrique Peña Nieto promulgó un decreto que adiciona disposiciones de la Ley General de Educación para revalidar estudios de los alumnos mexicanos radicados en Estados Unidos que por las órdenes migratorias emitidas por Donald Trump tendrán que volver al país.
“Quiero reiterarles a nuestros connacionales en Estados Unidos que no están solos”, dijo Enrique Peña Nieto momentos antes de firmar el decreto que permitirá la revalidación inmediata de estudios.
El año pasado 13,752 niños y adolescentes fueron repatriados de Estados Unidos, de acuerdo con datos oficiales.
La reforma consiste en quitar barreras burocráticas para los estudiantes conocidos como “dreamers”. Se simplificará la revisión de antecedentes académicos y se permitirá a los migrantes ingresar al sistema escolar aunque no tengan la documentación requerida completa.
El proyecto educativo fortalecerá las acciones del Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) en las plazas comunitarias en México y Estados Unidos para que sus beneficiarios completen la educación primaria y secundaria.
Además, se instalarán módulos educativos en 11 puntos de repatriación de la frontera norte y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a fin de difundir la oferta educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
El decreto, que todavía carece de marco normativo y operativo y que se aplicará a todos los mexicanos que regresen de cualquier país,iniciará un programa para los jóvenes de retorno que no dominan el español yotro para “aprovechar los conocimientos de inglés”. Tambiénse impulsarán certificaciones y capacitaciones de competencias laborales.
Peña Nieto aseguró que el gobierno federal seguirá utilizando todos los recursos legales y diplomáticos del Estado para que se respeten los derechos de los dreamers.
“Tenemos el deber ético y moral de recibirlos con respeto y dignidad para que logren una pronta incorporación en nuestro país”, declaró.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos deMéxico ha destacado la vulnerabilidad de 700,000 “dreamers”, jóvenes llevados ilegalmente a Estados Unidos por sus padres indocumentados y que actualmente gozan de un programa que impide su deportación.