Noah,
el pequeño hijo del cantante Michael Bublé, sólo tiene tres años y le fue
diagnosticado un cáncer. Su caso hizo recordar que esta enfermedad no es
exclusiva de adultos y, aunque cada día tiene mejores perspectivas –los índices
de mortalidad por cáncer infantil han bajado en casi 70 por ciento en las
últimas cuatro décadas–, sigue siendo una de las principales causas de muerte entre la
población infantil.
Un diagnóstico de
cáncer es perturbador a cualquier edad, especialmente cuando el paciente es un
niño; se tienen muchas preguntas y no para todas hay respuestas.
En
el mundo, la OMS calcula que entre 50 y 20 por cada millón de niños padecen
cáncer. En Estados Unidos en 2016 se calcula que serán diagnosticados 10 mil 380
casos nuevos de cáncer en niños desde recién nacidos hasta los de 14 años, y se
espera que cerca de mil 250 niños mueran.
Los tipos de cáncer más comunes en niños de cero
a 14 años de edad son la leucemia linfocítica aguda (LLA),
cáncer de encéfalo y otros tumores del sistema nervioso central (SNC) y
neuroblastoma, responsables de más de la mitad de los casos nuevos en 2016, de
acuerdo al sitio del Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en
inglés), en Estados Unidos.
La
oncología pediátrica es una especialidad médica que se concentra en la atención
de niños con cáncer. Es bueno saber que existe y que hay tratamientos efectivos
para tratar muchos de los casos infantiles. Los tipos de tratamiento que recibe
un niño van desde la cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia y
trasplante de células madre, agrega el NCI.
Ajustarse
a un diagnóstico de cáncer en un niño y encontrar la forma de fortalecerse es
un reto mayúsculo para todos en la familia. El sitio del NCI recomienda buscar
apoyo de profesionales para hablar con los pequeños acerca de su padecimiento y
prepararlos para los cambios que van a experimentar, así como la forma de
superar la situación los hermanos y hermanas, analizar los pasos que pueden dar
los padres y sugerencias para trabajar con el equipo de atención médica.
Es
esencial para los supervivientes de cáncer en la niñez que reciban atenciones
de seguimiento para vigilar su salud después de completar el tratamiento. Los
supervivientes de cualquier tipo de cáncer pueden presentar problemas meses o
años después, los llamados efectos tardíos; síntomas importantes en especial en
niños porque pueden acarrear daños físicos y emocionales profundos y duraderos.
No
se conocen las causas de la mayoría de los cánceres infantiles; cerca de cinco
por ciento son causados por una mutación hereditaria. Ha sido difícil la
identificación de causas posibles del ambiente, por una parte porque el cáncer
en niños es raro y por otra porque es difícil determinar a qué pudieron estar
expuestos los niños anteriormente al crecer. En todos los casos, qué difícil.