Organizaciones campesinas, indígenas y miembros de la sociedad civil conformaron, ayer, el Frente Hidalguense de Comunidades en Defensa del Territorio, que buscará resguardar sus tierras ante abusos de empresas nacionales y extranjeras amparadas por los gobiernos.
A través de una conferencia de prensa, alrededor de 10 organizaciones dieron a conocer su adhesión al frente de resistencia ante la emergencia regional de despojo y contaminación que viven en nuestros pueblos.
Entre los integrantes del frente está la Asociación por la Protección de la Tierra y Bienestar de Epazoyucan, que busca frenar el traslado de jales de Pachuca a terrenos del municipio, luego que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgara el permiso a la empresa Minera del Norte.
También está el Consejo Shingu Yamui, integrado por comunidades defensoras de la sierra de Puebla e Hidalgo contra el gasoducto Tuxpan-Tula, que pretende construir la empresa TransCanada.
“Se tiene que hacer consciente de lo que ocurre en Hidalgo, porque siempre se han dado ataques a la tierra y las comunidades; sin embargo, las organizaciones deben dejar de ser objeto de las políticas públicas para ser sujeto mediante la propuesta basada en el diagnóstico y análisis de las problemáticas para que sean escuchadas y llevadas a cabo”, señaló Irma Eugenia.