Travesías en los que un acercamiento a la
idiosincrasia de las ciudades que se visitan se convierte en el mayor
atractivo, y donde el barco se usa como un mero medio de transporte, a
diferencia de los cruceros tradicionales en los que la agenda diaria está
llena. Embarcaciones más pequeñas, algunas fluviales, que otro significado a
navegar.
El
valle del Duero
Ideal para los amantes del buen vino, hacer
enoturismo en un paseo de seis días que recorre el río Duero, en el norte de
Portugal, con salida y desembarco en Oporto. En septiembre se pueden ver los
viñedos en plena vendimia, y buena época para conocer la esclusa de
Carrapatelo, la mayor de Europa, con 36 metros de desnivel.
Desde 750 dólares
Ruta fluvial del Elba
Nueve días, Berlín y Praga acompañan al
navegante a adentrarse en el origen de Lutero, al atracar en Wittenberg, donde
nació el sacerdote; conocer la fábrica de porcelana de Meissen, las fortalezas
medievales de Koenigstein o las ciudades del siglo XIII de Bohemia.
Desde 1,900 dólares
El
Báltico
Un perfil más cultural en un crucero, con
más visitas y de más duración de lo habitual, incluye la posibilidad de
hacerlas con guías privados. Asistencia a espectáculos del Ballet Ruso en San
Petersburgo y la oportunidad de visitar el Hermitage de noche, y excursiones de
un día exclusivamente a Moscú.
A partir de 960 dólares
Por
tierras bíblicas
Diez días, de Chipre a Jordania, con
salida en Limassol y llegada a Áqaba; acercamiento a los restos arqueológicos
del sur de la isla mediterránea, así como a algunas ciudades de la costa
palestina, atravesar el Canal de Suez y, tras bordear el Sinaí, Eilat, en
Israel, y, finalmente, Áqaba, y por tierra, a Petra.
Desde 6,000 dólares
Desierto
mágico
Navegar entre los países del Golfo
Pérsico, descubrir las creaciones arquitectónicas de Dubái o Abu Dhabi, iniciarse
en la práctica de esquí en las dunas del oasis de Liwa, volar sobre la Isla
Palmeta o conducir un 4×4 en la arena.
Desde 330 dólares
De
fiordo a fiordo
Seis ciudades de la
costa occidental noruega, desde Rostock (Alemania) a Trondheim (Noruega), o
viceversa. Glaciares y art nouveau se dan la mano en la travesía. De norte
a sur, los fiordos de Trondheim, Ålesund, Olden, Flåm, Bergen y Stavanger serán
las paradas que permitan descubrir paisajes únicos.
Desde poco más de
1,000 dólares
Entre
glaciares en Alaska
Siete días de crucero para recorrer uno
de los tramos menos conocidos de la costa del Pacífico; desde Seattle a Seward
(Anchorage, en Alaska), con la posibilidad de salir también desde Vancouver.
Navegar por el glaciar Hubbard, apreciar los pasajes interiores de las islas de
la costa canadiense o participar en carreras de trineos tirados por perros, a
elegir.
Desde 850 dólares