El
Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA –institución que ha definido el modernismo
con mayor énfasis que ninguna otra–, pone una buena parte de su archivo en moma.org,
su página oficial. Tras años de planeación y digitalización, cientos de miles
de documentos y fotografías que narran una historia llena de detalles, quedan
al alcance cualquier interesado, privilegio que antes sólo tenían los
académicos.
Es una
buena oportunidad para hacer búsquedas de obras y exposiciones determinadas, y
ver cómo lucía el MoMa durante su primera gran exhibición “Cézanne, Gauguin,
Seurat, Van Gogh”, en el otoño de 1929, o durante la exposición “Information”
de Kynaston McShine de 1970, uno de los primeros ejemplos de arte conceptual.
No faltan los momentos de glamur, como cuando Audrey Hepburn, en 1957, posa en
franca admiración a la obra de Picasso, junto a Alfred H. Barr Jr., el primer
director del museo, una autoridad.
Michelle
Elligott, directora de los archivos del Museo, asumió el proyecto junto con
Fiona Romeo, directora de contenidos y estrategias digitales. Elligott explica
que llevar documentos de lo físico a lo virtual produjo algunos descubrimientos
históricos del mundo real. Y señala un caso en específico: “Sí, como el museo
sospechaba desde hace mucho tiempo, pero nunca lo había podido confirmar de
manera definitiva, Picasso es el artista que ha estado incluido en el mayor
número de exhibiciones; más de 320”.
Los
archivistas también descubrieron que la primera exposición individual fue mucho
antes de lo que se creía; en 1939 y se centraba en la educación, se llamó
“Creative Growth, Childhood to Maturity” y en ella se exhibían los trabajos de
Dahlov Ipcar de los 3 a los 22 años, una artista en ciernes a quien se eligió porque
“no era ni genio ni prodigio” sino “una niña sana, común y corriente”, cuya
facilidad para el arte parecía demostrar que cualquiera puede ser creativo “con
la estimulación y el aliento adecuados”. Ipcar ahora tiene 98 años, tuvo una
carrera modesta pero activa.
Junto
con las 33 mil fotografías, estarán las páginas de 800 catálogos que ya no se
reimprimirán, más de mil listas de verificación de exposiciones, documentos
relacionados con más de 3,500 muestras de 1929 a 1989.
El
proyecto, financiado por Leon Levy Foundation, continuará añadiendo documentos
de años más recientes y también planea añadir archivos de los departamentos de
video y performance del museo.