Baden-Powell participó en varias campañas
militares en África, y en todas destacó. Cuando regresó de la guerra, se dedicó
a escribir sobre educación y formación juvenil. Sus libros fueron un éxito. Uno
en particular tomó más fuerza: Escultismo
para muchachos, que se refiere a una actividad creada para combatir la
delincuencia, y que inspiró a los jóvenes británicos a formar patrullas y
tratar de mantener las calles libres de violencia y vandalismo.
La obra de Baden-Powell obtuvo numerosos
premios, entre los títulos publicados figuran: Ayudas para la exploración (1899), Deportes en guerra (1900), El
libro de las muchachas exploradoras (1912), Scouts más allá de los mares (1913).
Del legado de Baden-Powell, hoy los Boy Scouts
de América (BSA) es una de las mayores organizaciones de jóvenes en Estados
Unidos, con más de 4.5 millones de miembros. Se estableció en 1910 como parte
del Movimiento Scout Internacional. Los registros dicen que más de 110 millones
de estadounidenses han sido miembros de la BSA.
El objetivo de los Boy Scouts de
América es hacer de los jóvenes personas responsables, de carácter y
autosuficientes, y lo hacen a través de programas que inculcan los valores de
exploración, como la honradez, la buena ciudadanía, y las habilidades al aire
libre.
En México la historia comienza más tarde, y con
otras implicaciones: tras varios intentos el Movimiento Scout en México se
fundó en Veracruz en 1926. Varias escuelas católicas lo adoptaron y le llamaron
Exploradores Católicos de México, y otras armaron sus grupos y les dicen
Exploradores de la República Mexicana, con los mismos fines. En 1932 se
fusionaron los grupos y se formaron los Scouts de México.
En cualquier parte del mundo, los scouts se caracterizan por tratar de
ser más amables que el común denominador.