Los resultados del examen de ingreso a la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) fueron publicados el fin de semana pasado y
fueron desalentadores, sólo 16,958 estudiantes de nuevo ingreso fueron
aceptados, mientras que 178, 960 jóvenes quedaron fuera, es decir, 2000 menos
que el año anterior.
Cada año, entre 100,000 y 200,000 jóvenes realizan su
examen de ingreso a la UNAM, con la expectativa de continuar sus estudios en una
de las instituciones educativas más destacadas en México y a nivel mundial, sin embargo,
las cifras de admitidos y declinados muestran una gran polaridad.
Este año, únicamente el 9 por ciento de los estudiantes que
concursaron por un lugar en la universidad en febrero pasado iniciarán clases
en agosto. El 91 por ciento restante, tendrá que esperar otro año para
participar de nuevo, o bien, buscar una escuela privada que se adapte a su
economía.
Para cientos de miles de mexicanos, la UNAM representa la única
oportunidad para estudiar una licenciatura, no sólo por el nivel académico de la
misma, que recientemente fue colocada en la primera posición del Ranking de
Universidades de México 2016, sino porque es una institución pública.
La demanda de estudiantes ha aumentado de 186, 521 en 2015
a 195, 918 en 2016, por lo que la proporción de aspirantes que no terminaron
sin plaza también se incrementó.
Para ingresar, los participantes deben realizar una prueba
de 120 preguntas que contempla todas las disciplinas de conocimiento, desde
matemáticas y física hasta literatura e historia. De acuerdo con el grado de
demanda de la carrera es la puntuación exigida, en esta ocasión, participaron
por 116 diferentes licenciaturas, por ejemplo, Médico cirujano en la UNAM, una
de las más demandadas, exige 113 puntos en la prueba de acceso.
En realidad, la cifra de ingresados no ha variado con los
años, entre 2010 y 2015, era de entre 8 y 9 por ciento. El año pasado, entraron
204, 940 estudiantes, incluidos los que contaban con pase directo.
Una de las razones por las que el número de rechazados
supera por mucho al de ingresados, es el sistema de pase reglamentado, con el
que más de 110, 000 jóvenes cursantes de bachillerato de la UNAM acceden al
nivel superior sin realizar examen, por lo que el cupo para los estudiantes
externos se reduce significativamente.