Uber ha estado realizando un experimento en Charlotte, Carolina del Norte, en el que los conductores dejan un juguete llamado Bop It en el asiento trasero para calmar a los pasajeros y evitar que posiblemente agredan a los conductores. El Bop It tiene botones, manivelas y manijas, y permite que los pasajeros jueguen un ruidoso juego parecido al de Simón Dice. El objetivo parece ser divertir a los pasajeros de manera que no deseen hacerle ningún daño al conductor, de acuerdo con Rhe Guardian, que publicó esta noticia por primera vez.
En los meses recientes, varias historias sobre pasajeros borrachos que agreden a los conductores de Uber se han vuelto virales en las redes sociales. En noviembre pasado, un hombre de California fue captado por una cámara en el interior del vehículo golpeando repetidamente a su conductor, jalándole el cabello y azotándole la cabeza contra una ventana. A principios de este mes, un estudiante de medicina de Miami fue captado tratando de golpear a conductor de Uber y arrojando sus cosas por la ventana del asiento del pasajero.
“La seguridad del camino es un asunto muy importante”, escribió Joe Sullivan, director de seguridad de Uber, en una publicación de un blog. “Si usas la aplicación de Uber en Charlotte, Carolina del Norte, es posible que encuentres un juguete Bop It en la parte trasera del auto de tu conductor. Las personas han descubierto que es una excelente forma de mantener entretenidos a los clientes ebrios, de manera que no distraigan a su conductor.” No hubo ninguna razón específica para elegir a Charlotte y no hay ningún período que delimite la duración del experimento, declaró a Newsweek un representante de Uber.
El experimento del Bop It es sólo una parte de un enfoque múltiple para disuadir el mal comportamiento de los pasajeros. En Seattle, los conductores de Uber están poniendo espejos frente al asiento trasero con el propósito de que los pasajeros ebrios puedan verse a ellos mismos en ese estado. El experimento de Seattle se basa en el principio psicológico de que el comportamiento mejora cuando las personas pueden verse en acción.
Los conductores también enfrentan un escrutinio más estricto por parte de la compañía de viajes compartidos. Mediante el uso de girómetros y tecnología GPS en teléfonos inteligentes, que miden pequeños movimientos y la ubicación de los automóviles, Uber dará seguimiento al recorrido para no fomentar la conducción imprudente.
“Si un cliente se queja de que un conductor acelerara demasiado rápido y frena demasiado bruscamente, podemos examinar ese viaje mediante el uso de datos”, escribió Sullivan. “Si la retroalimentación es precisa, entonces podemos ponernos en comunicación con el conductor. Y si no lo es, podríamos usar la información para asegurarnos de que la clasificación del conductor no resulte afectada.”