Al menos 14 personas murieron y otras 11 resultaron heridas en la explosión de un autobús de la guardia presidencial tunecina este martes, anunció el portavoz de la presidencia, Moez Sinaoui, quien afirmó que se trataba de un “atentado en el que catorce personas murieron y 11 resultaron heridas”.
La explosión en la que quedó un autobús parcialmente calcinado cerca de la avenida Mohamed V -una de las
avenidas principales de la capital tunecina- durante la hora pico fue adjudicada por el Estado Islámico. Tras el atentando, numerosas ambulancias, bomberos y fuerzas de seguridad concurrieron al lugar de la explosión y una fuente de seguridad presente en el lugar de los hechos confirmó que “la mayoría de los agentes que estaban en el autobús murieron”.
Emir Sfaxi, un activista tunecino dijo a
Al Jazeera que “ hay muchos policías en el área porque está cerca del
Ministerio del Interior.” El vehículo hizo explosión mientras estaba frente o
afuera de las instalaciones del partido del ex presidente Zine El
Abidine Ben Ali, quien fuera depuesto en 2011.
Túnez, que se enfrenta desde su revolución, que provocó la caída del régimen de Zine el Abidine Ben Ali en enero de 2011, a un ascenso de la influencia yihadista, responsable de la muerte de decenas de policías y militares a manos de grupos armados pertenecientes al Estado
Islámico que han hecho blanco de las fuerzas de seguridad tunecinas en áreas del
centro del país o en el borde con Algeria.
Estos ataques incluyen uno perpetrado en el resort de Sousse en junio pasado, donde murieron 39 personas,
la mayoría de ellos turistas extranjeros y el atentatdo en el museo del Bardo en marzo, donde murieron 22 personas.
El país tiene actualmente un gobierno
secular, lo cual choca con los militantes islamistas. Hace 10 días habían
subido el nivel de seguridad en la capital como respuesta al contexto
internacional de los ataques en Paris y Beirut.
Esta semana el ex presidente Marcef
Marzouki había sido víctima de un plan para asesinarlo.
Con información de Al Jazeera, Le Monde y The Guardian y AFP.